Así no se puede. Si uno quiere jugar con cartas marcadas es muy difícil, siquiera, disfrutar del juego.
Y en la tan anunciada y esperada Asamblea realizada en el seno de la dirigencia del rugby argentino todos sabían a qué jugaban. Todos sabían el desenlace.
El NO fue una respuesta contundente. “Así, no”, fue el mensaje para los popes de la UAR en cuanto a la reforma del estatuto e incluso para Buenos Aires, que no quiere se modifiquen algunas partes. Las 24 Uniones del interior están de acuerdo en varios aspectos que tienen que ver con la profesionalización de los seleccionados nacionales. Uno de los puntos fuertes en discusión, que el bloque conformado por varias uniones del interior está dispuesto a defender como una bandera, es un cambio en la proporcionalidad de los votos (hoy Buenos Aires cuenta con más del 44%, que le da una fuerza imbatible). También se luchará por mantener la representatividad de las Uniones, teniendo en cuenta que en el anteproyecto rechazado el poder pasaba directamente a los clubes.
Esto es algo que no le gustó a la gente de Buenos Aires. "Esperamos haber emprendido el camino de la regularización Institucional, lo que sería un hecho a partir de la convocatoria a una Asamblea Extraordinaria para ello y a la obligada Asamblea Ordinaria que produzca la elección de las nuevas autoridades", dijo el Presidente de la URBA Néstor Galán. Adicionalmente aclaró que no acompañó la expresión de deseos mocionada por Córdoba en la Asamblea en tanto ella estaba sustentada en una nota presentada al Consejo Directivo de la UAR por las Uniones del interior cuyo texto desconocía.
Lo concreto es que hasta el 11 de febrero, fecha pautada para la finalización del cuarto intermedio que se planteó, se profundizará en la búsqueda de una letra que deje conforme a la mayoría, para de esa manera conseguir el sí en la próxima votación.
Para esto se formaron dos comisiones formadas por dirigentes de las uniones del interior del país y de la que también fue invitada Buenos Aires.
Además, se fijó para el 21 de febrero para hacer una asamblea ordinaria en la cual se tratará la memoria y balance y la renovación de autoridades algo que desde hace tiempo, está claro, la URBA tiene como objetivo: desplazar de sus cargos a los hombres fuertes de la UAR, al presidente Alejandro Risler y al secretario Raúl Sanz.
Marcelo Ambroggio, flamante presidente de la Unión cordobesa, dijo que “el rugby se tomará un tiempo de reflexión para seguir elaborando una propuesta que sea verdaderamente integradora. El Interior se encolumnó detrás de la propuesta de que los estatutos deben ser reformados, pero no con este proyecto", dijo el hombre de Palermo Bajo.
Esperemos que el tiempo que se tomen, no les lleve otro siglo porque los cambios en el rugby se suceden desde 1991 y no hay que olvidar que se invitó a la Argentina a participar del actual Tri Nations después del Mundial de Sudáfrica de 1995 pero que los dirigentes rechazaron oportunamente argumentando que Argentina no estaba preparada y que no aceptaba la profesionalización.
12 años después Argentina demuestra que sigue sin estar preparada y se discuten cuestiones que ya deberían estar resueltas hace tiempo. Ahí fallaron. Escondiendo las cartas y jugando un juego perjudica a una sola parte: el propio deporte.
Y en la tan anunciada y esperada Asamblea realizada en el seno de la dirigencia del rugby argentino todos sabían a qué jugaban. Todos sabían el desenlace.
El NO fue una respuesta contundente. “Así, no”, fue el mensaje para los popes de la UAR en cuanto a la reforma del estatuto e incluso para Buenos Aires, que no quiere se modifiquen algunas partes. Las 24 Uniones del interior están de acuerdo en varios aspectos que tienen que ver con la profesionalización de los seleccionados nacionales. Uno de los puntos fuertes en discusión, que el bloque conformado por varias uniones del interior está dispuesto a defender como una bandera, es un cambio en la proporcionalidad de los votos (hoy Buenos Aires cuenta con más del 44%, que le da una fuerza imbatible). También se luchará por mantener la representatividad de las Uniones, teniendo en cuenta que en el anteproyecto rechazado el poder pasaba directamente a los clubes.
Esto es algo que no le gustó a la gente de Buenos Aires. "Esperamos haber emprendido el camino de la regularización Institucional, lo que sería un hecho a partir de la convocatoria a una Asamblea Extraordinaria para ello y a la obligada Asamblea Ordinaria que produzca la elección de las nuevas autoridades", dijo el Presidente de la URBA Néstor Galán. Adicionalmente aclaró que no acompañó la expresión de deseos mocionada por Córdoba en la Asamblea en tanto ella estaba sustentada en una nota presentada al Consejo Directivo de la UAR por las Uniones del interior cuyo texto desconocía.
Lo concreto es que hasta el 11 de febrero, fecha pautada para la finalización del cuarto intermedio que se planteó, se profundizará en la búsqueda de una letra que deje conforme a la mayoría, para de esa manera conseguir el sí en la próxima votación.
Para esto se formaron dos comisiones formadas por dirigentes de las uniones del interior del país y de la que también fue invitada Buenos Aires.
Además, se fijó para el 21 de febrero para hacer una asamblea ordinaria en la cual se tratará la memoria y balance y la renovación de autoridades algo que desde hace tiempo, está claro, la URBA tiene como objetivo: desplazar de sus cargos a los hombres fuertes de la UAR, al presidente Alejandro Risler y al secretario Raúl Sanz.
Marcelo Ambroggio, flamante presidente de la Unión cordobesa, dijo que “el rugby se tomará un tiempo de reflexión para seguir elaborando una propuesta que sea verdaderamente integradora. El Interior se encolumnó detrás de la propuesta de que los estatutos deben ser reformados, pero no con este proyecto", dijo el hombre de Palermo Bajo.
Esperemos que el tiempo que se tomen, no les lleve otro siglo porque los cambios en el rugby se suceden desde 1991 y no hay que olvidar que se invitó a la Argentina a participar del actual Tri Nations después del Mundial de Sudáfrica de 1995 pero que los dirigentes rechazaron oportunamente argumentando que Argentina no estaba preparada y que no aceptaba la profesionalización.
12 años después Argentina demuestra que sigue sin estar preparada y se discuten cuestiones que ya deberían estar resueltas hace tiempo. Ahí fallaron. Escondiendo las cartas y jugando un juego perjudica a una sola parte: el propio deporte.
Tal vez mi óptica sea muy simplista, pero es así. Estás o no estás.
Si estás, jugá, sos y tené una estructura como profesional; sino, conformate con ganar sudamericanos todos los años.
Si eso no alcanza y se pretende algo más, bien, nos arremangamos, trabajamos duro y tratamos de llegar a uno de los dos torneos que ya tienen una plataforma económica importante, de la cual nosotros estamos lejos, muy lejos, pero que es importante para disputar con las mismas armas un título Mundial.
Sino, estamos soñando. Y esperemos tener una camada de jugadores como la del Mundial que pasó y nos regaló tantas alegrías, incluso, nos devolvió el orgullo al cantar el himno con sentimiento.
Pero eso sigue sin alcanzar. Hay que ser más serios y coherentes. Hace tiempo caminamos por la cornisa, sin decidirnos a saltar al profesionalismo.
Ahora los dirigentes tienen en sus manos la oportunidad y espero que usen las cartas correctamente. No sólo para ganar el juego sino para cambiar la historia.