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domingo, 21 de octubre de 2007

¿Y este es el campeón?

¡¡Qué le vamos a hacer!! Parece que a pesar de las quejas de David Campese, el rugby aburrido sin ideas y sin nivel es el que es premiado y alza la copa de campeón.
No iba a escribir ni media línea porque, para mí, no valía la pena.
Pero mientras espero que se suban los videos a youtube del campeón tucumano, me puse a esbribir algo como para pasar el rato.
Creo que fue el partido más aburrido que ví en el Mundial.
Si alguien no está de acuerdo, por favor, que me diga porque entonces ví otro partido.

Un aburrido y bostezante (bien, yo también tengo neologismos) partido fue el que protagonizaron Sudáfrica e Inglaterra.
Sin embargo, a pesar de la camiseta, fue el equipo de la rosa que jugó mejor y merecía mejor suerte.
Fue una final a las patadas. Y ganó quien tuvo mayores posibilidades y mejor puntería. Nada más.

Seguro que alguien resaltará la potencia defensiva de los sudafricanos, la prolijidad en la marca y en los rucks, la dureza de sus forwards y lo bueno que son en el line, fases de obtención imprescindibles para jugar con la pelota. Pero los Springboks jugaron mejor sin ella. Dejaron que Inglaterra hiciera el gasto y le pegó cuando debía y con dureza. Los puntos fueron mazazos en el estado anímico de los ingleses que no encontraban la fórmula para penetrar la muralla verde.
Pareciera que el rugby se futbolizó, ya que no siempre el mejor es el que resulta ganador. Sí, porque Italia supo ganar varios mundiales con la fórmula del "catenaccio". ¿Cómo es? Patadita aquí, otra más allá, me defiendo bien y salgo campeón.
Ni siquiera jugaron cerca de los in-goals.
Lo ingleses estuvieron cerca una vez. Y por poquito, así nada más, no llegaron al try.
Tal vez hubiera cambiado el partido. No lo sabremos nunca.

Del rugby, sólo el nombre porque de juego, el sufrido y trabajado (no le podemos negar el impecable trabajo que hicieron para defender su in-goal) campeón, no mostró ni medio, no propuso juego nunca.

Ah, sí, perdón, sí lo hizo. Cuando la etapa clasificatoria lo permitía.

Después, no. Inglaterra, a pesar de ser Inglaterra, merecía mejor suerte porque fue el que movió la pelota de aquí para allá, mostró todo el repertorio que tenía para llegar al try y no pudo. Ni las patadas le salían a Wilkinson, otrora héroe.


Se terminó el Mundial. Pero me quedo con mi post anterior. Los campeones morales fueron Los Pumas. Y no es contentarse con poco. Después de ver la final, esta deslucida final, no tengo más para decir.

jueves, 18 de octubre de 2007

Vamos PUmas!!!!!



Qué mejor para un blog de la provincia de Tucumán dedicado al rugby, que anunciar el partido de mañana de Los Pumas ante Francia con el reportaje que le hicieron en el diario La Nación al ex pilar de Natación y Gimnasia, Omar Hasán.
El encuentro con les bleus se jugará en el Parc des Princes, a partir de las 16 (hora argentina) y no solamente se estará despidiendo Omar sino también Gonzalo Longo, Agustín Pichot, Ignacio Fernández Lobbe, Mario Ledesma (aunque no jugará por lesión) y, según por lo que manifestó en entrevistas periodísticas, Manuel Contepomi también le dirá adiós. Aunque no formaron parte de este torneo pero sí de toda la preparación, Martín Gaitán y José María Núñez Piossek probablemente ya no vistan más la camiseta de Los Pumas.

Y el técnico, Marcelo Loffreda, le dirá adiós a los que fue su "trabajo" en los últimos ocho años. Aunque creo sinceramente que ninguno de ellos se despedirá de la Selección.
Se quedarán para siempre en la memoria y en el alma de todos los que amamos al rugby en su escencia por todo lo que hicieron, por lo que dejaron de enseñanza y, mucho más allá del resultado de mañana, por el espíritu de superación y fortaleza que demostraron ante la adversidad.


El Turco será titular mañana en la despedida de Los Pumas en el Mundial y también será su despedida. Será la última presentación con la camiseta albiceleste de Big Omar.

Recuerdo haber escuchado a Patricio Noriega haber dicho "Omar es fundamental en el scrum. Cuando él entra, es otra cosa". Pero Loffreda prefirió a Scelso entre los titulares. Y hay que respetar la decisión del entrenador.

Igual, Omar se irá por la puerta grande. Jugará de titular en el último partido del mejor desempeño en los mundiales de Los Pumas. Por eso reproducimos la nota de La Nación completa. Porque aunque pequeño, le queremos dedicar este homenaje al representante de nuestra provincia.



Hasan: el retiro de un indomable
A los 36 años, el pilar tucumano jugará mañana su último partido con los Pumas; "El regalo más grande va a ser terminar muy bien este Mundial y dominar a los franceses", dijo acerca de lo que espera para su adiós.

ENGHIEN-LES-BAINS, Francia.- Las connotaciones del acto final de los Pumas en este Mundial inolvidable conducen irremediablemente por los caminos de la emoción. Historias, vínculos que se interrumpen en la misma geografía donde nacieron: en una cancha. Porque no hay duda de que estos Pumas permanecerán ligados de por vida, sólo que para varios ya no habrá vestuarios, concentraciones y sesiones de entrenamiento. Fue más de una década de indeclinable dedicación, y por eso también su sacrificio le ha permitido extender la carrera hasta sus "vigentes" 36 años. Esa es una conquista sobre el tiempo que unos pocos alcanzaron, pues la acumulación de batallas repercute en el físico y sin su espíritu de roble no hubiera podido tener la oportunidad de esta despedida de gala, nada menos que en el Parc des Princes, uno de los estadios más emblemáticos del Viejo Continente.

De la misma manera con la que irrumpió en su primera convocatoria, en 1992, para la gira por España, Rumania y Francia, con una admirable disposición, Omar Hasan vive sus últimas horas con los Pumas. Nunca, nadie ni nada lo cambió. El conserva su indomable tonada tucumana -los diez años en el extranjero no se la llevaron-, su sencillez, amabilidad y sinceridad, dones de un auténtico churo -buenazo, para el modismo de su provincia-. Del primero al último día fue igual, desde su reinclusión definitiva en el seleccionado (1995), aunque mañana será la última vez que la camiseta celeste y blanca se estreche en su voluminosa masa muscular de 115 kilos. "Para mí es un partido muy especial por varias razones. Porque al ser mi último partido en los Pumas se cierra una etapa bastante larga e importante de mi vida, y porque el rival es Francia. Hay muchos significados detrás de este partido, además del hecho de terminar el Mundial de la mejor manera posible", confiesa el pilar surgido en Natación y Gimnasia, pero que paseó sus estirpe de Atila por Nueva Zelanda, Australia y Francia; incluso, su contrincante bleu en el scrum será Jean-Baptiste Poux, compañero en Toulouse, donde continuará una temporada más y después sí ya no habrá más rugby.

La caída en las semifinales con Sudáfrica golpeó fuerte en el ánimo, pero la naturaleza del plantel es de no rendirse, y en la previa al choque por el tercer puesto con Les Bleus (a las 16 de nuestro país), Hasan lo reafirma: "No nos vamos a relajar, nos tenemos que sacar de encima ese dolor y estar súper concentrados. No creo que haya muchos secretos en la manera que van a jugar los franceses, porque van a hacer lo que le están reprochando desde hace tiempo, van a querer producir juego, van a querer jugar y jugar como sea, mientras que nosotros debemos volver a tener una defensa infranqueable", advierte el más veterano del plantel.

En su formación le han servido los consejos y las enseñanzas de sus coterráneos Julio Coria, Gabriel "Mocho" Palou, Ricardo Le Fort y Pablo Garretón. "Yo tuve la suerte de estar con jugadores de una gran experiencia en el seleccionado tucumano y en los Pumas, y de todos ellos me ha quedado algo. Siempre he sido de escuchar y respetar lo que me decían, y por eso todos me marcaron; con sus aportes de a poco me he ido moldeando", explica, mientras incorpora a su grupo de referentes a Pedro Sporleder, Lisandro Arbizu y Federico Méndez, además de recordar las largas conversaciones con el ex Puma Luis García Yáñez y el médico de la selección Pany Jordan.

"Lo que más me gustaba era esa pasión que siempre me transmitían, algo que en el rugby es muy importante, saber por qué jugamos. El Tano [Marcelo Loffreda] y Agustín [Pichot] siempre lo remarcan, y coincido plenamente, que es eso de saber que podés jugar con los ojos cerrados en los Pumas; porque vos das todo y además sabés que el que está a tu lado hace lo mismo. Las ganas de trascender, en el buen sentido, de entregar más de lo que podemos, ésa es una marca registrada de la selección. Este es el fin de un ciclo y no el fin de los Pumas. Esos valores, así como la alegría de jugar este deporte y de compartir un montón de cosas, tienen que seguir vivos en la selección, más allá de los nombres. Eso hay que preservarlo, por siempre", advierte con franqueza Hasan.

El hecho de que sea su retiro no lo aparta de la necesidad del grupo, sin darle prioridad a las cuestiones personales: "Yo no elegí esta situación, se dio así. Podría no estar en este partido, pero bueno, soy un afortunado y simplemente quiero vivir cada momento intensamente sin pensar en mí sino en lo que necesite el equipo. Más allá de las cuestiones de cada uno, lo más importante es que todos disfrutemos dentro de la cancha, y lo vamos a disfrutar si podemos corregir todos los errores que hicimos contra Sudáfrica, que ya todos sabemos lo que nos costó. Te repito, quiero disfrutar del momento, y el regalo más grande va ser terminar muy bien este Mundial y dominar a los franceses", expresa con soltura.

La melancolía no es una de sus señas, y lo reconoce, pero confiesa: "Voy a empezar a tomar realmente conciencia de que ya no estoy más a partir del año que viene, cuando haya nuevas convocatorias y no me vea. Es que esto fue una parte importante de mi vida", comenta. Y es verdad, porque Big Omar , como alguna vez lo llamaron los periodistas neozelandeses, ha tenido un comportamiento ejemplar, desde el respeto por la disciplina de entrenamientos, la alimentación, los requerimientos específicos en el gimnasio. "Es la única forma que veo para superarme día a día en algo que tanto me gusta. Esa mentalidad es la que me inculcaron y hay que pasarla a generaciones futuras.

"Porque -agrega- ahora las experiencias de los chicos en los clubes son más cortas, porque apenas a los 20 años se van al profesionalismo, pero esa esencia no la podemos perder. El éxito de cualquier equipo va a estar sustentado en esos valores", reflexiona desde la experiencia y el corazón.

Una vez que cuelgue para siempre los botines, será el momento de progresar en su otra pasión: el canto. Los estudios de solfeo y los proyectos de grabar un CD seguramente llenarán los días, y así empezará a desarrollarse en su vocación como barítono. Se va Omar, se extingue su trayectoria en los escenarios de césped, pero su huella perdurará eternamente; porque sobresalió con sus cualidades técnicas, pero especialmente por su distintiva grandeza.
El tucumano, un veterano como Jason Leonard
Hasan, cuya primera citación para la Argentina fue para actuar en el Mundial Universitario de 1992, cierra su carrera muy cerca de una trayectoria también colosal: la del pilar inglés Jason Leonard, que se retiró a los 37 años, como campeón del mundo y con un total de 118 caps.
Por Santiago Roccetti, de La Nación on-line, enviado especial a Francia

domingo, 14 de octubre de 2007

Dios salve a.....Wilkinson


Sí, es cierto. El precioso botín de Johnny Wilkinson volvió a ser determinante a la hora de definir un partido para Inglaterra. Esta vez sentenció a Francia a quedarse fuera de “su” final al caer por 14 a 9.
Es raro pero el único partido que los ingleses perdieron durante este Mundial fue ante Sudáfrica, por goleada (categórico 39 a 0), donde no propusieron juego y fue cuando el apertura todavía se encontraba lesionado. Habían jugado en esa posición Olly Barkley (ante EEUU) y Andy Farrel (ante los Springboks) aunque no convencieron al entrenador Brian Ashton.
La primavera se presentó para los ingleses cuando el estratega regresó al campo de juego, esta vez, en la victoria ante Samoa el 22 de setiembre.
Siguió su clasificación angustiosa y, después, logró el pase a semifinales ante Australia, dando el batacazo. Los Wallabies eran los favoritos pero el pie, esa joya dorada que tiene Wilko en su extremidad inferior, selló la suerte de los bicampeones.
Ayer Francia conoció el sabor amargo de ese pie exquisito, otra vez. Al igual que en 2003, los ingleses volvieron a detener a Francia en semifinales, cuando ganaron en Sydney por 24-7, antes de consagrarse contra Australia 20-17 con un drop de Wilko, máximo anotador de la historia de los mundiales, con 243 puntos.
Ayer manejó el partido y metió dos estiletazos mortales en los últimos minutos.
El partido, fue más emotivo que otra cosa. Mucha patada al fondo, mucha presión, algo de juego que propuso el local en los primeros minutos, como para olvidarse del grueso error que provocó el try tempranero, cuando apenas iban 78 segundos de iniciado el encuentro, de Josh Lewsey.
De allí en más, fue Francia el que propuso. Más por obligación que por convicción. Así, logró llevarse el resultado parcial gracias a dos penales de Lionel Beauxis.
sin embargo, había algo en el aire como Inglaterra tenía dominada sicológicamente la situación. Ni siquiera el ingreso del gigante Sebastien Chabal, logró inquietar a los ingleses.
En la segunda parte, otro penal del apertura estiró la ventaja y fueron corriendo los minutos. Wilkinson contestó con otro penal y avisó que tenía encendido su pie. El tanteador era de 9 a 8.
El partido siguió su curso. Mucha presión francesa (tanto del estadio como dentro del campo de juego) hacía suponer que la final, “finalmente”, se teñiría de azul.
Pero una infantil, inmadura e incomprensible falta del hoocker Dimitri Szarzewski, reemplazante de Ibáñez, frente a los palos (tackle alto a Jason Robinson) dejó abierta la posibilidad de que Inglaterra pase al frente del marcador y ya no soltaría más esa condición.
Porque Francia sintió, a seis minutos del final, que se le iba el partido. No logró el penal ansiado, no encontró los espacios para un drop y se vio superado por el pie estratégico de Wilkinson que selló el resultado con un drop a tres minutos del final.
La soberbia, el gran pecado francés, volvió a decir presente como hace más de un mes cuando enfrentaron a Los Pumas. Como en ese entonces que ya habían ganado el grupo sin jugar un solo partido, se creyeron en la final sin considerar que debían enfrentar primero al campeón.
Y, sobre, todo, a Johnny Wilkinson, que no por nada es el anotador histórico de los mundiales.
La rosa está ahora en tiempo de espera. Sudáfrica y Los Pumas, van en su búsqueda.

viernes, 12 de octubre de 2007

¿Para preocuparse?


No sabemos si realmente será preocupante. Lo cierto es que en el segundo día de entrenamientos de Los Pumas en el Parque de los Deportes de Montmorency volvió a faltar Felipe Contepomi, (sigue con el estado gripal), Agustín Pichot sólo dio un par de vueltas y Juan Martín Hernández (golpe en la tibia izquierda) e Ignacio Corleto (lo mismo pero en la rodilla izquierda) trotaron pero al margen del resto que sí hizo un trabajo duro con vistas al choque con Sudáfrica el domingo.
Marcelo Loffreda confirmará hoy al mediodía a los titulares y suplentes, pero uno confía, cree y ansía que ninguno de estos tipos se baje del partido clave para la aspiración de Los Pumas (y nuestra) de pasar a la final.


Uno confía en la fortaleza, no sólo anímica sino también física de los jugadores pero Felipe Contepomi sólo hizo un entrenamiento en las dos últimas semanas y salió muy cansado del partido con Escocia. Y esta vez será fundamental su patada aunque la variante en el banco se llama Federico Todeschini. ¿Por qué no ponerlo de apertura y mandarlo a Hernández de full back y a Nani Corletto de wing, como cuando se jugó la última vez y estuvimos a punto de ganarles? ¿Lo de mostrar flaquezas físicas será sólo para despistar o será cierto?

Sabemos lo gran estratega que es Marcelo Loffreda y su capacidad ajedrecística tuvo mucho que ver con el presente del equipo. Hay dos claves en el juego del ajedrez: una, anticiparse a la jugada del rival y, la otra, engañar que se va para un lado cuando en realidad el objetivo se consigue por el otro. Touché.
No quiero anticiparme pero no puedo con mi genio: creo que aquí ganará quien mejor mueva las piezas. Los periodistas especializados tiene el "corazón partío". Saben que los sudafricanos son superiores en su capacidad física pero que el corazón argentino todo lo puede. No hay una certeza grande de que los Springboks puedan aplastar literalmente a Los Pumas.

Hoy a la tarde, en el reconocimiento del campo de juego (en el último turno) efectuarán la práctica con vistas al partido del domingo.

De todas maneras, no sé de qué vale reconocer el campo 48 horas antes si después jugarán Francia-Inglaterra y el terreno no será el mismo. Más teniendo en cuenta el clima.


En cuanto al equipo que dará Loffreda, probablemente no haga cambios. Pero qué injusto parece verlo a Omar Hasán en el banco, cuando es admirado por todos (inclusive lo dijo Patricio Noriega, que de esto algo sabe) al darle mayor solidez al scrum. Y esta puede ser un arma clave para Los Pumas para desgastar a su oponente.

Lo que sí es cierto es que El Turco es lento de piernas.

Pero más lentos son los periodistas franceses. Según Jorge Búsic0, enviado especial de La Nación On Line, el diario deportivo francés L´Equipe, el que todas las jornadas tienen un suplemento especial del Mundial, "no le dedica ni una sola línea en sus 8 páginas tamaño sábana. Se sigue hablando de los All Blacks y de los Wallabies, que ya no están. Del futuro de los Mundiales (Nueva Zelanda pidió volver al formato de 16 equipos y Francia insiste con 20). De la versión de un doping de cocaína y marihuana que se le habría detectado a un jugador italiano, aunque hoy el IRB anunció que hasta ahora no se registró ningún positivo en los 176 controles realizados en los 44 partidos. Y, se entiende, claro, se habla, y muchísimo, del tremendo choque del sábado, del clásico entre franceses e ingleses. Pero nada de Los Pumas", dice.

Mejor. Igual van a tener que hablar de nosotros cuando lleguemos a la final.
¿O les queda alguna duda, estimado lector?
Hasta la próxima. Un abrazo.

domingo, 7 de octubre de 2007

Objetivo cumplido


Ya estamos en semifinales. Somos uno de los cuatro mejores equipos del mundo. ¿Es así?
Sí, por mucho que le pese a los All Blacks, a los Wallabies incluido David Campese y también a los franceses y a los ingleses.
Ya está. El objetivo está cumplido. El hacer un mejor papel que en el '99 y tomarnos revancha de lo sucedido en el 2003 cuando nos quedamos afuera sin clasificar cuando teníamos potencial.

Ahora ¿somos mejores que Australia o Nueva Zelanda, que se quedaron fuera de este Mundial?
Sinceramente, creo que no. Pero sí somos un equipo más maduro. Con más recursos técnicos, con una gran defensa, con mejor físico y con un tremendo corazón.
El equipo cuando entra a la cancha sabe lo que quiere y sabe cómo hacerlo (no estoy plagiando la frase de la candidata a presidente, por favor). Por eso le ganamos a Escocia, aunque con un mezquino 19 a 13. Tendríamos que haberle hecho más tantos a ese equipo que parecía más duro pero muy dubitativo.

Argentina, en cambio, sabía lo que hacía. Entonces parece que todo es fácil. Antes de jugar el partido, estábamos casi seguro de que ganábamos. Yo había apostado que le hacíamos más de 20 puntos.
Casi tuve razón. Si Los Pumas aprovechaban el momento de desconcierto que tuvieron los escoceses, que estaban desconcertados (cerca de los 10 minutos del segundo tiempo) podríamos haberle hecho daño pero les dejamos una rendija donde se recuperaron.

Y si el partido duraba cinco minutos más, tal vez, sólo tal vez, nos estaríamos lamentando.

Igual, creo que Los Pumas si bien ganaron , no jugaron un gran partido.
Ya lo dijeron casi todos los jugadores: "se ganó. No se jugó bien pero había que ganar el partido. Tuvimos muchos errores", se sinceraron en las entrevistas post partido.

A Juan Hernández se le preguntó si estaban cansados mentalmente y contestó que no. El cansancio era físico.
Habrá que trabajar bien en la recuperación entonces porque ahora viene Sudáfrica, que es muy fuerte en su juego, sobre todo con sus delanteros. Mucho más que Escocia.


Que puedo decir de este partido. Que me gustó mucho la primera parte, donde Los Pumas jugaron bien, importantísima la concentración como la de Gonzalo Longo, atento en la marca para tapar justo el kick de Parks y asentar el único try argentino. También, impecable en la recepción de la salida de mitad de campo. Creo que no estuvo bien acompañado esta vez, ni por Ostiglia ni por Fernández Lobbe.
Excelente, "maradónico" lo de Juan Martín Hernández jugando con la cabeza e interpretando con su pie partituras exquisitas de kicks posicionales. Y otro drop de izquierda, su pierna menos hábil, para sumar puntos. Intentó un par más, un tanto lejos de las haches y no tuvo fortuna. Hubo un momento del partido que creo que pudo hacer cuando jugábamos con los forwards en campo contrario y no resolvimos bien. Un drop allí podría haber hecho más daño pero no lo hicimos.
Nos faltó punch para noquear al rival. Después, el desorden en el segundo tiempo, la falta de respuesta física (según lo dicho por los jugadores) les jugó una mala pasada y menos que teníamos ventaja en el score porque se pudo complicar mucho más el partido.

Escocia no mostró nada. No propuso nada. Sólo las patadas de Paterson y de Parks. Algún que otro avance por los kicks a cargar, pero no más que eso. La defensa argentina volvió a dar muestras de buena salud.
En el final, cuando ya los minutos le jugaban en contra, Escocia tuvo algo de juego.

Y cuando se juega bajo presión se ven a los jugadores. Se equivoca Parks mandando un kick alto para su wing y la pelota se pierde por touch in-goal. ¿Pero si hubiera sido bien pateada? Cerraba el partido Escocia, aunque Hernández (también estuvo muy bien en este punto) lo fue a cubrir muy bien arriba.
Como verá, estimado lector, no estoy muy contento. Y no haré ninguna nota nombrando la "epopeya francesa" o la "hazaña Puma" ni nada por el estilo porque llegamos a semifinales.
Creo que ya lo expresé en un blog anterior. Este grupo se merece lo que le está sucediendo. Y nosotros tenemos que disfrutar lo que hacen mientras lo sigan haciendo.
Me hubiera gustado que le ganáramos a los escoseses no con baile, pero sí con menos angustia, así el panorama lo veía verde color esperanza.

Ahora el verde que tenemos en el horizonte, lo veo mucho más oscuro.
Espero equivocarme. Y que Los Pumas le hagan honor al slogan de la publicidad de la marca que los viste. "Imposible, it's nothing"...

Fuente: La Nación, BBC, ESPN.












Dejo este aliento hasta las 16, hora argentina

http://www.youtube.com/watch?v=bSsgGkaYFEs

Sudáfrica no dio lugar a las sorpresas


Sufrió, sólo un instante. El momento en que Sisa Koyamaibole tuvo en sus manos el try que podía haberle dado la victoria a los fijianos pero fue bien trabado abajo y no pudo soltar sus brazos para concretar el try.
Sudáfrica ganó 37 a 20 pero los números son generosos con estos sudafricanos que parecen que no explotaron todavía o vieron que el partido ya estaba ganado sin confiarse tanto como los All Blacks, que lo terminaron perdiendo.
Los Springboks controlaron bien a los de Fiji que con más amor propio que buen juego, se las arreglaron para empatar dos veces el partido.

Mucha fuerza, rápido de manos y sobre todo, conocedores que la responsabilidad del juego era de parte del equipo verde, los fijianos apostaron a un juego rudo, como siempre, pero intentando ir hacia adelante aunque con errores. Así lograron llegar al try en dos ocasiones, en esos arroladores diez minutos del segundo tiempo y estuvieron cerca del tercero, comentado arriba. Pero Sudáfrica contestó con otro try, después de otro error (cometieron muchos) dentro de sus 25 yardas de los fijianos, tras desprenderse del maul ese gran jugador que es Juan Smith.
El último try de los sudafricanos, también con sus delanteros, quedó para la anécdota y para cerrar el resultado.
Ya habíamos visto uno de los mejores partidos de esta Copa del Mundo.
Solo queda ahora esperar...esperar....pacientemente, conteniendo los nervios, el partido que Los Pumas tendrán con Escocia.
En el horizonte esperan los Springboks.

Sacré Blue!!!


Cuando chico, leía mucho las historietas que venían en las revistas D’Artagnan, El Tony, Intervalo y otras que solía comprar mi adorada tía Martha.
A ella le gustaban las historias de amor que venían allí, bien de telenovela. Yo comencé a reirme con dos en particular: “Mi novia y Yo” (las desventuras de un periodista y su novia) y “Pepe Sánchez” (un detective al estilo de 007 pero con el estereotipo del chanta bien porteño que muchos confunden con el resto de Argentina).
También comencé a engancharme con “Gilgamesh” y “Nippur, de Lagash”. Mucho tiempo después descubrí que la narrativa de todas estas historietas pertenecían a un mismo autor: Robin Wood.
Me gustaba también una que se llamaba “La legión extrajera”. Era un batallón que peleaba en el desierto y narraba la historia de algunos hombres en particular o del grupo, integrado por extranjeros que juraban defender la bandera francesa.
La Legión existe en realidad. No fue inventada por el escritor. Establecida en 1831, fue creada como una unidad para voluntarios extranjeros y utilizada principalmente para proteger y ensanchar el imperio colonial francés durante el siglo XIX.
Eran épicas las batallas que leía en esa revista y cuando algún francés se veía sorprendido, decía “Sacré Bleu”…Eso me pasó ayer sentado en el sillón observando el partido que Francia le ganaba 20 a 18 a Nueva Zelanda. El partido terminó y no hice más que pensar en esa frase que encierra sorpresa, insulto y maldición. Como una descarga a tierra.
Sobre todo pensé en esa frase luego que veía que los All Blacks contaban con diez puntos de ventaja en el descanso (13-3), gracias a un try de Luke McAlister y aunque no hubo una clara superioridad de los hombres de gris (otra vez cambiaron las camisetas) los neocelandeses se veían relajados y prácticamente lo tenían ganado el partido. Pero los franceses se recuperaron en el segundo período. Uno por lo cambios que introdujo el entrenador Bernard Laporte y otro por la fortuna que tuvieron: se lesionaron los conductores de los All Blacks casi al unísono, el apertura Dan Carter y su medio scrum
Byron Kelleher. Esto le restó juego y efectividad a los palos a los neocelandeses.
También supo aprovechar el hombre de más que tuvo por la amonestación de McAlister donde logró acercarse al marcador al concretar un penal y el try de Thierry Dusautoir, emparejando las acciones en 13 puntos.
Pero los neocelandese, entrando cortito con sus forwards, asentaron otra vez gracias al empuje de So’oialo y se fueron arriba 18 a 13.
El ingreso de Michalak, con una admirable convicción junto con el grandote Chabal, hizo que Yannick Jauzion, a diez minutos del final, concretara otro try para los bleus y de esta forma pasara a ganar el partido por dos puntos.
El resto fue concentración y tackle francés. El partido se iba y los All Blacks ya no eran los temibles de la primera fase (también salió lesionado uno de sus mejores hombres, Jerry Collins) y el cuco se iba desvaneciendo.
Con el pitazo final, los All Blacks conocieron con esta derrota su eliminación más prematura en una Copa del Mundo.
Y los franceses vuelven a casa con una victoria que los catapulta a semifinales, para disputar contra Inglaterra un lugar en la final. El lugar que habían preparado desde el comienzo, soñando ahora más fuerte que pueden ser por primera vez campeones del mundo.


Fuente: AFP, BBC, rugbytime y apichot

jueves, 4 de octubre de 2007

Los "vivos" (sospechosos) de siempre


Nuestra alicaída economía (a pesar de lo que diga la candidata a presidente Cristina Fernández de Kirshner) ha encontrado diferentes maneras de generar escrachos pseudoempresarios que quieren seguir ganando como cuando estábamos en el 1 a 1 y no nos dábamos cuenta que el barco se hundía pero tomábamos champagne o champaña como más le guste, estimado lector.
Esa camiseta que ve ahí, hermosa, linda, que dan ganas de ponérsela y sentir aunque sea un leve instante lo que sienten esos bravos Pumas que nos representan en Francia. Es que ahora tomó un valor diferente desde que 22 jugadores (sí, porque los suplentes también ingresan al campo de juego) cantan el himno con emoción.
Después de ver esas imágenes, uno tiene un rapto de argentinismo (tal vez mal entendido pero argentinismo al fin) y corre hacia las casas de ropa deportiva a medirse una del talle que le calce (más de una X, seguro) pero toda ilusión de nacionalismo se derrumba cuando pregunta al vendedor: "¿cuánto es es?"...
El vendedor, aprovechando la "pumamanía" desatada a lo largo y ancho de este bendido país, sonríe y responde con una fría seguridad traducida en una segura venta: "$ 189".
Para aquellos que no conocen nuestra economía, se resume en u$s 59 o bien, 42 euros.-
Tal vez para los que vivan fuera de nuestro país no consideren que sea demasiado cara pero teniendo en cuenta que el sueldo promedio de un trabajador argentino (siempre que esté en blanco y que le hagan los depósitos de ley, esto es, obra social y aportes jubilatorios) no gana más allá de $1500 mensuales o sea u$s 470 o en dicho de otra forma, 333 euros, es una exhorbitancia.
Esto no sería nada si es que viviéramos en un país donde la inflación no existe (como dije al principio, según nuestro gobierno). Pero hace dos meses, antes del comienzo del mundial y de los éxitos de nuestros muchachos, la misma camiseta, en las mismas casas deportivas, no costaba más allá de $139 (o sea, 50 pesos menos).
Teniendo en cuenta que los precios de las camisetas de los clubes de fútbol más requeridos como Boca o River están el orden de los 145 a 155 pesos y no sufrieron modificación de precio alguna en todo este tiempo, a uno le indigna que cuando quiere sumarse al aliento nacional, tenga que pagar un sobreprecio porque, argumentan, "es que no damos abasto con los pedidos y como todo sube..."
Esta vez, a pesar del slogan de la publicidad de la prestigiosa marca alemana, comprar la camiseta original sí me es "Imposible" como al resto de los trabajadores normales y con deudas que viven en nuestro país.
Hay una manera de tomar la posta nacional y no quedarse afuera: comprar la camiseta alternativa que no cuesta más allá de $100. Se encuentra en la casa Flash y, si bien no tiene las tres tiritas sobre el hombro, tiene los colores celeste y blanco y la imagen del puma en el corazón. Más que suficiente. Porque el verdadero valor de esa camiseta está dentro de quien se la pone, y no en la tela, ni en el slogan, ni en la cantidad de tiritas sobre el hombro.
Un abrazo

sábado, 29 de septiembre de 2007

Inglaterra pasó raspando




Inglaterra se puso el overol y tuvo que trabajar mucho para doblegar a una de las revelaciones del torneo, Tonga. Un 36 a 20 parece exiguo teniendo en cuenta que se trataba del campeón y que, además, el rival era un equipo que se había comido más de 100 tantos no hace mucho tiempo atrás. Pero parece que diez años fueron mucho para uno y otro equipo. Tonga logró avanzar mucho e, incluso, se dio el gusto de mojarle la oreja a Sudáfrica (otro que sufrió bastante para doblegarlo) y vencer a Fiji.
¿Por qué iba a sorprender entonces que fuera el primero en asentar un try? El rugby inglés no ha evolucionado demasiado en los últimos tiempos. Y hoy se notó que era, es y será (hasta donde el cuerpo aguante) Wilkinson dependiente.
Si no fuera por sus patadas (tanto tácticas como efectivas a las haches) este equipito inglés no sería el cuco de nadie.
Un buen kick del ya nombrado apertura fue el comienzo de la victoria del conjunto de la rosa. Paul Sackey encontró la milimétrica ejecución y el moreno apoyó el primer try inglés. Hubo dudas, el árbitro pidió el video y convalidó después el tanto. Un drop de Wilkinson puso a los ingleses al frente, a los 32, y dejó el resultado 11 a 10 y cuatro minutos más tarde, un penal de Wilkinson amplió el marcador. El resultado se ajustaba a lo que se había visto en el primer capítulo, aunque un error de Hola le permitió a Sackey correr en soledad para anotar otro try. Al descanso se fueron 19 a 10, con el tanteador en favor de los de la Rosa.. Pero no estaba todo dicho.
Equipo batallador, si los hay, Tonga cargó a los ingleses y les complicó el partido. Un penal de Hola ponía las cosas 19 a 13 pero en una excelente acción colectiva, Andy Farrel vulneró la defensa y asentó el try convertido por Wilkinson, quien después se encargaría de cerrar su cuenta con un drop.
Sobre el final del partido, el try de Hale T. puso cifras finales al partido y a la participación de Tonga en el Mundial.
Un Mundial que seguramente recordarán por mucho tiempo porque hicieron mucho más que el ruido provocado por los eternamente favoritos a ganar la Copa Web Ellis.

domingo, 23 de septiembre de 2007

El último escalón

Ya estamos ahí. El 63 a 3 de Los Pumas ante Namibia trajo aparejada no sólo la alegría por la victoria sino el hecho de saber que Argentina está bien de la cabeza. Y sigue jugando con el corazón. Porque cuando las cosas no salían, apareció el corazón grande, gigante de Juan Leguizamón, de Patricio Albacete, de Juan Fernández Lobbe y de Rodrigo Roncero, para mí, los mejores del encuentro de ayer. El tackle, marca registrada, estuvo presente desde el minuto uno hasta el 80.
Era cuestión de esperar, tener paciencia y tratar de jugar cuando se podía. Los primeros minutos, los veinte primeros minutos, fueron decisivos para mostrar el aplomados andar de Los Pumas como equipo. Algunos jugadores estaban nerviosos pero de a poco, fueron encontrando el camino y cuando se abrió el in-goal, pudimos gozar del juego argentino, ese que venimos reclamando desde hace rato: abriendo la pelota, cambiando los frentes de ataque, enviando falsos para entrar más profundo. Jugando un rugby completo.
En los papeles, Namibia no debía ser problema para Los Pumas y en realidad no lo fue. Pero en esa primera parte, complicó con sus delanteros, ensuciando las salidas argentinas, jugando al límite y temí por la reacción de los jugadores argentinos (como cuando el segunda línea, Wacca Kazombiaze, le tiró del pelo a Agustín Pichot en un ruck). Y ahí me dí cuenta de la madurez de este equipo.
“El partido está controlado”, me dije a pesar de que el tanteador me decía lo contrario. Es que se notaba, se percibía que en algún momento, Namibia no iba a poder mantener el ritmo que le propusieron Los Pumas. Y llegaron los tries.
Eso dio más tranquilidad y ahí sí, el equipo se soltó. Para mí fue importantísimo el try de Juan Leguizamón, por la confianza que le dio no sólo a su juego (un premio a su sacrificado esfuerzo) sino también al resto de sus compañeros.
Lo que siguió después, fue más emotivo: el recambio de los jugadores preservando a los “titulares” (en realidad, son todos titulares en este equipo porque no se resintió la estructura en ningún lado) y el ingreso de Longo (que tenía unas ganas que lo traicionaron en los primeros minutos que estuvo en la cancha) y el Ninja Todeschini, asentando el último try argentino coronando una gran actuación grupal, besando el Puma en su corazón y recibiendo el aliento de todos sus compañeros para lo que fue una semana difícil para él.
Y después, el festejo. Creo que se lo merecían. Festejaron más que en el debut. Se quedaron varios minutos saludando a los argentinos que fueron a alentar en el estadio Velodrome de Marsella.
Ya estamos ahí. Falta un paso, tal vez el más grande y más largo. El último esfuerzo para llegar a semifinales.
El último escalón tiene una alfombra verde. Hay que subir pisándola fuerte. Tan fuerte como cuando cantamos el himno.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Dos partidos y un mismo resultado



No había hecho comentario alguno sobre los partidos que se jugaron en la semana por el Mundial de Francia, por dos motivos: no me interesaban demasiado y, por otro lado, no había podido verlos. Hice un esfuerzo sobrehumano anoche intentando ver el encuentro entre Italia y Portugal, pero no aguanté hasta la 1 de la mañana, hora argentina cuando lo pasaban en diferido.
Pero los partidos de mañana, entre Francia e Irlanda y en el que intervendrán los Pumas con “su” partido, es otra cosa.
Tampoco podré verlo en vivo por que trabajo en ese horario pero me daré maña para saber qué ocurre en el el Stade de France en la noche parisiense.
Los Pumas estarán atentos a las imágenes que mostrará la televisión (dicen que hasta se adelantaría el horario de la cena) y el que diga que no le interesa lo que ocurra, miente. No sé para qué. Seguro que todos esperarán que gane Francia, así tenemos más posibilidades de llegar en primer lugar, hipotéticamente hablando. Hay que ganarle a Namibia el sábado y después sí, vencer a los irlandeses. Y otra cosa: que se golpeen mucho los chicos de verde así se desgastan lo suficiente para no recuperarse.
¿Está mal que lo diga? Puede ser. Pero franceses e irlandeses tienen mucho para peder y ganar y seguro será una batalla campal, más allá de mi deseo que se desgasten todo lo que puedan los delanteros de la selección del trébol.
Existe otra hipótesis, tal vez la más segura de todas: si Irlanda derrota a Francia, los Pumas se asegurarían un boleto a la próxima rueda ganándole Namibia porque habría uno menos en carrera. Pero Lofreda tiene razón al desear que ganen los locales: la presión la tendrán los de verde después.
Más allá de todas las historias Irlanda es una potencia que seguramente le dará pelea a Francia aunque el entrenador irlandés, Eddie O Sullivan, dice que es "un equipo en crisis". Pero la motivación extra de jugar con los locales, puede ser un envión anímico más allá de lo que diga su head coach.
Del otro lado, los bleus no piensan en otra cosa que en ganar. Una derrota los dejaría afuera del Mundial, aunque nadie se imagina eso. "Será un partido a todo o nada", admitió el entrenador francés Bernard Laporte, mucho más mesurado que cuando habló antes del debut de su equipo.
Por eso mañana habrá dos partidos: el que protagonicen los de camiseta verde y los de azul, y el que jugarán sentados en sus sillones después de la tempranera cena, los que visten la celeste y blanca.
Y al final, habrá dos equipos que festejen: el que gane en la cancha y el que espera su tiempo para salir a jugar por la clasificación.

Estos son los equipos
Francia:
Poitrenaud; Heymans, Marty, Traille y Clerc; Michalak y Elissalde; Dusautoir, Bonnaire y Betsen; Thion y Chabal; De Villiers, Ibañez y Milloud.
Irlanda: Dempsey; S. Horgan, O Driscoll, D Arcy y Trimble; O Gara y Reedan; Wallace, Leamy y Easterby; O Connell y O Callaghan; Hayes, Flannery y M. Horgan.
Como para ir calentando el ambiente, aquí les dejo el último partido entre ambos en el Seis Naciones.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Empujamos todos... pero no pudo ser



A mi viejo no le gusta el rugby. Sabe que existe sólo porque alguna vez lo jugué y me compró todo el equipo (ya pasado de adolescente, con edad suficiente "para elegir dónde y cómo golpearte", me dijo) en plena efervescencia tucumana por este deporte cuando nuestra selección ganaba todo lo que jugaba.


Hoy fui a almorzar con mis viejos y "seguro que no voy a poder ver el partido de Irlanda con Georiga", pensé, puesto que en casa las sobremesas se estiran, son largas.


Me había hecho a esa idea y en algún momento me olvidé del partido. Nos pusimos a ver una película pero en el preciso instante que el dvd de 'Transformers' se debatía entre seguir o no, cambié al canal donde ya había terminado el primer tiempo e Irlanda le ganaba 7 a 3 a Georgia.


"¿Cómo que ganan sólo 7 a 3? ¿Que los de verde no son mejores que estos a los que le ganamos la otra vez?", preguntó mi viejo.

Dije que no le gusta el rugby, no que era un ignorante en la materia. Sabe algunas cosas y las que no, pregunta. Pero no lo hace por preguntar sino porque, al ser locutor y periodista, su inquietud por estar informado lo lleva al cuestionario permanente.

No me molestaba, para nada. Se había enganchado con el partido. Y yo, se imaginan, explicándole a mi viejo las reglas, las posibilidades, el "yo no entiendo por qué se meten siempre por donde están todos cuando pueden seguir haciendo correr la pelotita hasta el final"... Le estaba explicando a mi padre: ¿alguna vez sintieron esa sensación?

"No, papá. Se llama jugar corto".
"¿Y por qué?"
"Porque se cuida la posesión de la pelota. Además los tres cuartos, que son los que están desplegados, no son los que provocan el juego de contacto. ¿Ves? Se gana poco, pero son metros importantes. Es más un juego sicológico que otra cosa. Por otro lado, ellos no tienen muchas variantes abriendo la pelota"

"Ah...Uy, se les cayó. Pero están ahí nomás. Mirá si les hacen un try a los irlandeses"

Y se lo hiceron nomás, con una corrida de más de 60 metros cuando el ala Giorgi Shkinin realizó una gran intercepción y dejó a su equipo 8-7 arriba en el inicio del segundo tiempo.
Pero el fullback irlandés Girvan Dempsey alivió la presión al apoyar el segundo try del equipo.
Irlanda había anotado su primer try a través del hooker Rory Best en el primer tiempo.

Entonces pensé que se teñía de verde todo. Pero no fue así.
Georgia cerró el juego y otra vez mi viejo me proponía preguntas que contestaba con gusto.
"¿Y que pasa si pierden los irlandeses?"

"Primero, no creo que pierdan. Segundo, nos podrían pasar dos cosas: que nosotros pasemos a cuartos sin necesidad de tener una gran batalla con ellos el 30 de setiembre (porque ellos tienen que jugar contra Francia 9 días antes) o que ellos necesiten imperiosamente de una victoria y nosotros también, lo cual ese partido será para no perdérselo"
"Vamos que los tienen ahí", decía cuando apuraron los georgianos una, dos y tres veces pero no pudieron vulnerar el in-goal irlandés. Creo que empujamos todos pero no hubo caso.

Finalmente el partido lo ganó Irlanda, 14 a 10, impensado desde lo corto del resultado y más que nada porque no sumaron punto bonus.

"¿Y cuándo jugamos contra Mibia, India con quién es?"
"Es Namibia y jugamos el viernes a las 16 en Marsella".
"¿Y ganamos?"
"Sí, papá. Seguro que ganamos"

No te vayas, quiero verte otra vez




Intento imaginarme qué sintieron los jugadores de Portugal dentro de esa cancha en el estadio Gerland, de la ciudad de Lyon, presenciando in situ la danza de los All Blacks y su grito guerrero, con más de 40 mil personas sentadas ahí para presenciar una goleada histórica, la segunda del Mundial y, justamente, en ese mismo campo de juego. La primera fue la de Australia sobre Japón el sábado pasado por 91 a 3.
Sí, fue goleada y tal vez esta no sea la noticia. Los All Blacks ganaron por 108 a 13 e incluso para algún desprevenido que no se levantó a las ocho de la mañana, seguramente dirá “era de esperarse”.
Pero lo que nadie esperó y seguramente menos los hombres de negro, fue que el debutante del Mundial le jugara de la manera que lo hizo. Mucho más concentrado que Italia (los All Blacks ‘apenas’ ganaban 12 a 0 a los 20 minutos), con ese espíritu indomable del rugby como bandera, sacando fuerzas de donde no tenían, jugando al rugby siempre, arriesgando, faltándole el respeto a la máquina de alquitrán.
Sobre los 22 minutos hay una jugada que pinta por entero lo que significó este partido para los portugueses: pelota recuperada en el fondo portugués, patada de rastrón que superó la marca y el medio scrum neocelandés Brendan Leonard que llegó como si fuera un defensor de fútbol sacando la pelota afuera en el instante que el apertura Pedro Carvalho llegaba con oportunidad de asentar el try. Se miraron ambos jugadores por un instante y la sonrisa cómplice de ambos dijo todo. No hicieron falta palabras. ¡Y felicitaciones al cámara y al director de ese partido por rescatar ese instante! Allí el espíritu real de ese juego estuvo presente. Los dos equipos lo disfrutaron: uno de cada forma. Los All Blacks con la obligación de concretar una diferencia enorme por su capacidad física, técnica y para justificar la cantidad de millones de dólares que gastan anualmente.
Portugal, con su humildad para jugar cada pelota, con la fortaleza para bancarse cada tackle, con la bravura para ir al frente a pesar de que sabían que enfrente estaba esa enorme pared humana.
Los primeros puntos de Portugal fue un drop de su apertura Carvalho que fue festejado por todo el estadio. 12 a 3 era resultado y fue lo más cerca que estuvieron en el resultado desde que comenzó el partido. Después, fue un monólogo negro de tries que sumaron 52 puntos al finalizar la primera parte.
En el segundo, la insistencia y tenacidad portuguesa tuvo su premio: el primer try que convirtieron en su corto historial mundialista a los All Blacks ¡qué alegría para Rui Cordeiro y todo su país! Lástima que quedó allí porque otra vez la monumental maquinaria neocelandesa volvió a funcionar y otros 50 puntos se sumaron a los que ya habían hecho, llegando a la cuenta de 113.
Los últimos diez minutos le sobraron al partido porque Portugal ya no tenía aire, ni fuerzas, ni piernas, ni ganas de seguir jugando.
Pero sí tenían el orgullo bien alto por jugar al rugby como lo hicieron y se ganaron el respeto de todos los que vimos el partido.
¡Salud, Portugal! Por dejar respirar el aire puro del espíritu rugbístico.

La perlita: el desagradable e innecesario gesto del centro neocelandés Conrad Smith de eludir sobrando dentro del in-goal a un rival para asentar bajo los palos.

PD: Saludos a Daniel "Huevo" Hourcade, un tucumano apasionado por el rugby, ex técnico del seleccionado tucumano y que se fue a Portugal a sumar experiencia y terminó como colaborador de los entrenadores portugueses. Hoy disfruta en Francia de estar en un Mundial. Un orgullo para nosotros.
Fotos: bbc.co.uk

viernes, 14 de septiembre de 2007

Gracias a Dios está vivo

Todos juntos van en apoyo de un compañero. Solidaridad y sacrificio.



Todavía está ahí. Gracias a Dios sigue vivo. A pesar de las montañas de dólares, euros, libras o como quiera llamarle a esa maldita necesidad capitalista que mueve el mundo, no se dejó intimidar por nada ni por nadie. Todavía sigue ahí. Late. Y cada vez que puede, muestra su osada desfachatez ante la incrédula mirada de quienes ven un partido de rugby.
Para nosotros, los amantes de este juego todavía amateur por estos lares, es imposible no disfrutar una tarde de rugby sin su presencia. Algunas veces se esconde, otras se aburre porque nadie lo invitó a salir a escena.
Pero de vez en cuando, se muestra. Bien pueden ser algunos segundos. Es suficiente. Otras puede durar unos minutos o todo el partido. Todo depende de qué tan interesante sea la propuesta. Pero siempre está.
Con la irrupción del negocio, “de los tejos” como nos gusta decir a los argentinos, muchos creímos que se había perdido.
Anécdotas sobraban: los que viajaban al exterior, decían que ya no era lo mismo.
Pero el espíritu de este juego renunció a quedarse en la tribuna, en la butaca especial, apoltronada y reluciente, fumando un habano y “disfrutando” el juego. A él le gusta mezclarse entre los 30 que salen a la cancha a empaparse de sudor, lágrimas y esfuerzo, vibrar con cada tackle y sentir que todavía se enciende la llama del verdadero juego.
Sino, no se entendería que un equipo como Japón, más allá de que tenga en su banco a un grande de la historia del rugby neocelandés como John Kirwan, le haga “el partido de su vida” a Fiji, sorprendiendo al mundo ovalado en esos más de siete minutos que duró el segundo tiempo, intentando ir hacia adelante, buscando el try que finalmente nunca llegó.
O un Estados Unidos que, para mí, es la sorpresa de este Mundial, jugando dos partidos a mil y perdiéndolos por muy poco.
O tampoco se entendería el despliegue, la garra, la valía de estos Pumas que son ejemplo para todo y para todos (hasta un técnico de fútbol argentino confesó que motivó a sus dirigidos en el entretiempo diciéndoles que había que salir a jugar el segundo tiempo “a lo Puma, pateando a cargar, marcando en bloque, sacrificándose por el compañero”…NdR: el técnico de Lanús, que venció a River por 2 a 1, dando vuelta el resultado por el Campeonato Argentino de Fútbol de Primera) al ganarle a Francia en el debut, rompiendo tal vez una de las reglas máximas de este deporte: la lógica.
Esa que decía que Francia debía vencer a Los Pumas, tal vez no por muchos puntos, pero sí ganarles porque eran superiores. Y lo son.
Pero el espíritu del rugby flotó en Saint Dennis ese 7 de setiembre y quiso quedarse un poco más dando vueltas por otro estadio, probablemente, hasta que termine el Mundial.
Y quien dice. Tal vez vuelva a inflar el pecho al cantar el himno nacional argentino y se adueñe del rugido del Puma grabado en el corazón de cada jugador y tiña de celeste y blanco el primer título para el país.
Y no le hablen de sueños imposibles al espíritu del rugby. Porque él se encarga de dar la fortaleza suficiente para cumplirlos.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Ganamos, y nada más...


Conseguimos el punto bonus, nada más ni nada menos, pero transpiramos más de lo deseado que en los papeles para el triunfo ante Georgia por 33 a 3.
Seguramente estarán pensando que es más fácil decir las cosas con el resultado puesto. Sí, es más fácil. Como también escuché al final del partido hablar de la poca recuperación (sólo cuatro días) y que eso pesó en el partido.
Ya lo había dicho en un post anterior: me gustaría que le den descanso a la mayoría de los jugadores pero el técnico prefirió no hacerlo.

En fin. El partido fue lo que, entonces, se preveía: duro en los forwards con poca y casi nada participación de los tres cuartos, al menos en la primera parte.
Fue un primer tiempo durísimo, con mucha marca de los georgianos, buena marca, dura, áspera, inteligente. Hacía que el pack argentino en algunos momentos fueran hacia atrás y esto tocó el orgullo nacional. Allí se encaprichó el equipo argentino al cerrar el juego y no abrirlo, cuando por las puntas estaba el negocio, algo que se dieron cuenta recién en el segundo tiempo.



Lo mismo pasó con los malogrados intentos por quebrar la marca por el centro por parte de Juan Martin Hernández, golpeándose innecesariamente.



Igualmente, un pobrísimo 3 a 3, no hacía peligrar en absoluto el in-goal argentino. Sobre el final del primer tiempo, un penal de Felipe Contepomi ponía un poco de justicia en el marcador porque Los Pumas mostraban un mejor juego: en realidad, era el único equipo que proponía juego. Georgia se dedicaba a defender y tratar de encontrar algún espacio para contragolpear.



Pero cuando quiso hacerlo, tarde se acordó porque el gran desgaste que hizo en el primer tiempo lo sintió en el segundo, se desordenó en la marca y comenzaron a llegar los tries de Borges (dos oportunidades), Albacete y Aramburu. Ya no cubrían los espacios como antes.


El último try argentino, casi sobre el final del partido, logró el punto bonus con angustia, mirando el reloj, como nos gusta a los argentinos. Porque al parecer, casi nunca podemos hacer las cosas de manera sobrada y ganar con tranquilidad. ¿Por qué? Vaya uno a saber. ¿Se acuerdan del Mundial de fútbol que ganamos en 1986, en México? Ganábamos dos a cero pero nos dejamos empatar. Y si no fuera por la corrida de Jorge Burruchaga que terminó en gol, quizá todavía nos estábamos lamentando.

Este eterno vivir con la angustia de los argentinos puede ser por varios motivos. Pero le busquemos la razón deportiva, más allá de la humana, genética o sabe Dios cuál será "la verdá de la milanesa", dicho argentino si los hay.
Uno de los motivos de esta angustia pasa porque nos equivocamos en la toma de decisiones: Juan Martín Hernández guardándose la pelota sin abrirla, no tomando marcas para que los wingers tengan más libertad, jugando demasiado con el juego corto (pudo ser estrategia para desgastar el físico, no lo sé) y errando mucho en los pases. En este último ítem, aunque no conté bien desde el principio, pero Nicolás Fernandez Miranda dio una gran cantidad de pases malos (altos, bajos, cortos) que en este nivel son inaceptables. ¿Se imagina estos pases jugando contra Francia, Irlanda, por los rivales en el grupo o con Nueva Zelanda? Es suicidio premeditado (aunque la figura penal no exista de esta forma) en un juego de palabras con sentido puesto que se expone, no sólo al compañero sino también al exterminio del grupo.


Otra crítica: ninguno de los wingers que puso Argentina tienen, para mí, peso tanto
internacional como específico. Se vio en una jugada que Borges o Aramburu quiso cubrir una pelota y fue arrastrado literalmente fuera de la cancha.


Otra mala: otra vez las lesiones. El Ninja Todeschini se resintió de la suya y ya se habla de un probable reemplazante.

Lo mejor: Patricio Albacete, por lejos. Y ahí nomás, el Corcho Fernández Lobbe y Juan Leguizamón. El resto, de media para abajo: algunos destellos de Ignacio Corletto o de Contepomi.

Tiesi no pesó, los wingers tampoco, la primera línea batalló pero no puso al equipo adelante. Poco para un equipo que aspira más.


¡Ojo! No pretendo que den una lección de rugby y ganen por 80 puntos, pero que el partido sea más tranquilo, nos deje un gustito que lo que pasó con Francia no fue un hecho aislado.
Namibia no será un rival tan timorato como lo fue Georgia. Ya lo demostró ante Irlanda y podemos sufrir más de la cuenta.
La verdad, espero que no sea así para llegar al partido contra Irlanda con todos enteros, recuperados y frescos mentalmente.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Sustos para varios


Hoy se desarrolló la tercera jornada mundialista en Francia y no se produjeron sorpresas, aunque los favoritos para ganar los encuentros de hoy sí pasaron algunos sustos.
Verde, muy verde, todavía
Irlanda estuvo lejos de imponer presencia en su debut en el Grupo D que comparte con Francia, Argentina y Georgia. El seleccionado del Trébol sufrió más de la cuenta para vencer a Namibia 23-17, uno del os equipos más débiles de la zona. Aunque particularmente pienso que escondió más de lo que va a mostrar en los encuentros cruciales para ellos, ante Los Pumas y Francia.
Si bien los irlandeses consiguieron punto bonus y sumaron así 5 puntos, uno por arriba de Argentina, recién llegaron al cuarto try en el segundo tiempo y su in-goal recibió dos conquistas.
Aquí hay que tener en cuenta a Piet van Zyl, un centro de Namibia con mucha potencia y velocidad que pudo vulnerar la defensa irlandesa.
Namibia será el próximo adversario de una Francia con necesidad de puntos, el 16 de septiembre en Toulouse. Irlanda, por su parte, jugará contra Georgia, el 15 en Burdeos, antes de desafiar a Francia en el Stade de France, el 21.
Perlita: el try de Trimble (foto), producto de la inteligencia del medio apertura, Ronan O' Gara, que jugó un penal rápido, vio que la marca no estaba lista y con su pie habilitó al wing.






A los saltitos, transpirando un poco
Sudáfrica, otro de los candidatos a quedarse con la Copa Webb Ellis, arrancó con buen paso su camino en el Mundial de rugby. En el Parque de los Príncipes de esta ciudad, derrotó a Samoa por 59-7, en el partido que completó la primera jornada de partidos del Grupo A, en el que ayer Inglaterra superó a los Estados Unidos. Brian Habana (foto) fue el autor de cuatro tries en el que Sudáfrica mostró toda su capacidad en el segundo tiempo y pudo plasmar su juego. Así los tries se sucedieron y le colocaron el moño al resultado.
Los Springboks lograron sumar punto bonus, tras anotar ocho tries, y son los líderes de su Zona.
Perlita: Brian Lima ingresó en el segundo tiempo y se convirtió en en el primer jugador en estar en todas las Copas del Mundo (1991, 1995, 1999, 2003 y 2007).
Los Springboks volverán a jugar el próximo viernes cuando se enfrenten con Inglaterra, en el choque más atractivo de esta zona. Los samoanos disputarán su próximo compromiso ante Tonga dentro de una semana.


Casi se les apaga el fuego
El mayor susto de la jornada sin dudas se la llevó Gales aunque se recuperó a tiempo y con un segundo período arrollador venció 42-17 a Canadá por el Grupo B.
Tries del ala Jamie Cudmore, el centro Craig Culpan (foto der.) y el capitán Morgan Williams pusieron a Canadá 17-9 arriba en el inicio del complemento. Parecía entonces que el conjunto norteamericano podía sorprender a Gales y llevarse de Nantes un resultado inesperado, pero los Dragones levantaron el nivel en el tramo final del partido y arrasaron con su rival. El técnico galés, Gareth Jenkins, hizo ingresar a los experimentados tres cuartos Gareth Thomas y Stephen Jones, quienes estaban en el banco de suplentes para poner las cosas en su lugar, y los cambios rindieron frutos rápidamente.

Llegaron los tries con suma facilidad, como el que pudo concretar el centro Alun-Wyn Jones (foto izquierza) y el respiro para los dragones.
Gales se enfrentará a Australia, uno de los candidatos al título, el próximo 15 de septiembre en Cardiff, en tanto los canadienses tendrán descanso hasta el 16, cuando se medirán con Fiyi, también en la capital galesa.


El más lógico resultado de todos
Escocia superó 56 a 10 a Portugal, debutante en mundiales, en el estadio Geoffroy-Guichard de esta ciudad. Había que ver qué podía ofrecer el debutante y dio lo mejor de sí: su vergüenza y su corazón.
Los ganadores marcaron ocho tries y ocho conversiones, lo que les permitió sumar punto bonus y comparten la cima con los All Blacks, ambos con 5 puntos.
Igual, a pesar de la distancia entre ambos equipo, el portugués Pedro Carvalho (foto derecha) se dio el gusto de marcar un try en un Mundial, el primero en la historia de su país.
El segundo tiempo, fue un monólogo escocés y anotaron Parks, Hugo Southwell, Kelly Brown y Ross Ford para ponerle cifras al 56-10 final.
El siguiente compromiso de Escocia será el 18 del actual ante Rumania; Portugal se medirá con Nueva Zelanda el sábado próximo.
Fuente: lanación on line
Fotos: bbc news

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