En una tarde fría, más propicia para tomarse unos mates con bollo y comer medialunas, Cardenales le ganó 21 a 7 a Natación en la final del Torneo Extra en cancha del blanco, en un partido aburrido, chato, cortado por las infracciones y por las peleas entre los jugadores.
La verdad, hace mal ver el Mundial y después ir a la cancha a ver un poco de este rugby rústico, mal jugado, con poco para comentar y poco para ver de juego y espectáculo.
Quizás la lluvia que cayó en Tucumán después de más de dos meses de sequía conspiró un poco con el juego pero eso no fue todo.
Si quisiera ir a ver cómo se pegan dos o varios hombres, me iría a ver un match de boxeo, con cuadrilátero, árbitro y reglas. No a una cancha de rugby.
Ojo, fueron situaciones producidas tal vez por las ganas de ambos de querer gritar campeón. Fricciones propias del juego. Pero aquí, además, se confunde guapeza, valor, superioridad con trompadas y alardes del mal entendido machismo. El rugby hace rato que dejó ese camino y va por otro lado. Aquí todavía vivimos en la prehistoria.
Qué mejor lectura podemos hacer de este juego, que en medio de una escaramuza donde quedaron involucrados algunos jugadores, Cardenales aprovechó, siguió el juego y asentó un try, para pasar a ganar 11 a 7. Los primeros puntos los había conseguido con dos penales de Germán Núñez pero el dueño de casa contestó con un try convertido por el centro Gabriel Ascárate, que volvió a su club tras la gira con el seleccionado Naranja. Fue el único que aportó un poco de claridad en ataque local y el que propuso ir hacia delante pero sin compañía. El tercera línea blanco Gustavo Ramallo también tuvo interesantes movimientos. El resto, se debatió en soledad y en su impericia.
Cardenales terminó de confirmar una leve superioridad en la segunda parte, gracias a su buena defensa pero nada más. Se aprovechó de otro error de Natación y ganó.
No se abrió el juego a las puntas, mucha imprecisión en los pases, sin sorpresa, sin cambios de frente, muy trabado, en fin, un típico rugby mediocre fue el que jugaron.
Un partido pobre, realmente mal jugado y que no aportó nada. Por eso me preguntaba para qué se había organizado. Y también para qué había ido.
La presencia del presidente de la Unión de Rugby, Julio Paz, sólo sirvió para confirmar que la semana que viene comienza la segunda parte del Regional, con los ochos equipos clasificados y eso sí puede mostrar algo interesante.
¿Fotos del festejo y la entrega de premios?..
No, señores, con el frío que hacía, el pasto mojado por la lluvia matinal y la tarde como estaba, me fui temprano a casa antes que termine el partido.
¿No les dije que estaba especial para tomar unos mates?
La verdad, hace mal ver el Mundial y después ir a la cancha a ver un poco de este rugby rústico, mal jugado, con poco para comentar y poco para ver de juego y espectáculo.
Quizás la lluvia que cayó en Tucumán después de más de dos meses de sequía conspiró un poco con el juego pero eso no fue todo.
Si quisiera ir a ver cómo se pegan dos o varios hombres, me iría a ver un match de boxeo, con cuadrilátero, árbitro y reglas. No a una cancha de rugby.
Ojo, fueron situaciones producidas tal vez por las ganas de ambos de querer gritar campeón. Fricciones propias del juego. Pero aquí, además, se confunde guapeza, valor, superioridad con trompadas y alardes del mal entendido machismo. El rugby hace rato que dejó ese camino y va por otro lado. Aquí todavía vivimos en la prehistoria.
Qué mejor lectura podemos hacer de este juego, que en medio de una escaramuza donde quedaron involucrados algunos jugadores, Cardenales aprovechó, siguió el juego y asentó un try, para pasar a ganar 11 a 7. Los primeros puntos los había conseguido con dos penales de Germán Núñez pero el dueño de casa contestó con un try convertido por el centro Gabriel Ascárate, que volvió a su club tras la gira con el seleccionado Naranja. Fue el único que aportó un poco de claridad en ataque local y el que propuso ir hacia delante pero sin compañía. El tercera línea blanco Gustavo Ramallo también tuvo interesantes movimientos. El resto, se debatió en soledad y en su impericia.
Cardenales terminó de confirmar una leve superioridad en la segunda parte, gracias a su buena defensa pero nada más. Se aprovechó de otro error de Natación y ganó.
No se abrió el juego a las puntas, mucha imprecisión en los pases, sin sorpresa, sin cambios de frente, muy trabado, en fin, un típico rugby mediocre fue el que jugaron.
Un partido pobre, realmente mal jugado y que no aportó nada. Por eso me preguntaba para qué se había organizado. Y también para qué había ido.
La presencia del presidente de la Unión de Rugby, Julio Paz, sólo sirvió para confirmar que la semana que viene comienza la segunda parte del Regional, con los ochos equipos clasificados y eso sí puede mostrar algo interesante.
¿Fotos del festejo y la entrega de premios?..
No, señores, con el frío que hacía, el pasto mojado por la lluvia matinal y la tarde como estaba, me fui temprano a casa antes que termine el partido.
¿No les dije que estaba especial para tomar unos mates?
1 comentario:
muy sincero tu comentario, la verdad que hace "mal" ver tanto rugby bien jugado (Australia, All Blacks, Pumas, ect), porque despues ves jugar a los changos y notas las enormes diferencias entre este rugby amateur y aquel super-profesional, aunque si Inglaterra jugaba el Torneo Extra no se si llegaba a la final.
un abrazo!
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