No pudo ser el "Bi"

"En la cancha de Tucu vamos a ganar y la vuelta, y la vuelta vamo'a dar" cantaban los porteños y se les dio nomás.

Fue duro. Ni siquiera con la ventaja de dos hombres de más sobre el final del partido, la Naranjita pudo retener el título de Campeón Argentino de Menores de 19 que quedó en manos de Buenos Aires.

Dos contragolpes mortíferos fueron suficientes para que las Aguilitas ganaran el partido por 12 a 6 y así regresar a Buenos Aires con el título de campeón.

No fue un buen partido. Los nervios, la presión, todo influyó en los 30 chicos que ingresaron al
campo de juego para que no se vea un buen espectáculo. Pero claro, recién tienen 19 años.

Los dos equipos se conocían bien y jugaron cada uno con el papel que le tocó. Tucumán tuvo siempre el control del partido y de la pelota: ganó los lines, el scrum, los rucks pero no supo darle buen destino a guinda.

Buenos Aires esperó, se equivocó poco y casi nada y aprovechó las únicas situaciones del partido que tuvo para apoyar en el in-goal tucumano.

Tucumán estuvo a arriba en el tanteador por 37 minutos con un drop de Federico Sánchez pero un error sobre el final de la etapa dio vuelta el tanteador y Buenos Aires se llevó el parcial por 5 a 3.

El segundo tiempo fue calcado: mucha presión por parte de las Aguilitas y en la oportunidad que tuvo, selló con otro try (esta vez convertido) el resultado final.

Las chicas se preocupaban porque veían que el partido se iba y Tucumán no le encontraba la vuelta al cerrojo defensivo que le había puesto Buenos Aires.
Los últimos minutos fueron apasionantes: con un Tucumán lanzado, jugado en la búsqueda de la victoria pero la buena y organizada defensa porteña, aunque con dos hombres menos (un expulsado y una amonestación) fue fundamental para conservar el resultado y el título.

A los Naranjitas les queda el consuelo de haber dejado todo en la cancha y que seguramente, si siguen por este camino, la vida les dará la revancha.

"Estoy orgulloso de estos chicos"

No era el mejor clima. Las lágrimas de varios de los juveniles y la emotiva charla de su capitán Lisandro Ahualli de Chazal, diciéndoles a sus compañeros que "no me voy a olvidar de ninguno de Uds. y espero verlos de nuevo, compartiendo un grupo porque son excelentes" era una imagen fuerte.

A pesar de la derrota Bernardo Urdanetta, uno de los entrenadores del seleccionado tucumano, estaba tranquilo porque se trabajó bien y sostenía que "el éxito va más allá que un simple resultado". "A nadie le gusta salir segundo, pero estoy orgulloso de estos chicos porque trabajaron duro para llegar de nuevo a una final y estoy seguro que por ese camino este equipo volverá a ser campeón", señaló el técnico luego de charlar con los jugadores.

"Nosotros estamos orgullosos de estos chicos porque no hay que olvidarse que son jóvenes de 19 años y demostraron una gran actitud, importante a esta edad. Me voy con el sinsabor de un resultado adverso pero con otros sabores mejores porque este es un gran grupo que nos enseñó y nos enseñamos a superar situaciones. Fue una linda experiencia. ¿Mi futuro? No sé cuál será mi futuro porque no depende de mí sino de la Unión. Yo seguiré entrenando y trabajando porque esto es algo que me apasiona", dijo.

Uno de los entrenadores de Buenos Aires, Andrés Pérez Cobos, era la contracara. El festejo a lo Fútbol Americano, con baño de hielo incluído, lo tenía mojado pero contento, feliz. "Salió la estrategia que habíamos planteado para jugar acá. Sabíamos que Tucumán era difícil y los chicos hicieron al pie de la letra lo que les pedimos, estuvieron organizados. Fue un torneo difícil para nosotros. No tuvimos siempre el mismo plantel porque algunas veces podíamos contar con los chicos, otras no, pero pudimos armar el equipo", dijo el entrenador del campéon.

Será para otra vez.

Agradezco el invalorable aporte del colega Diego Esper para completar el informe.

Hasta la próxima.