martes, 20 de marzo de 2007

CueStióN de HiStoriA

Diego Ternavasio será el medio scrum en el histórico choque.


Tucumán espera aferrarse a su historia, rica en sacrificio, resultados y títulos.
Córdoba quiere torcer la suya, frustrada por La Naranja en los últimos años. Ambos quieren escribir con nueva pluma una nueva página de enfrentamientos por el Campeonato Argentino. Y cada uno tiene lo suyo.
¿Qué tiene Tucumán? Un pack de forwards sólido, fuerte, con un scrum tremendo, demoledor, sincrónico en el line y taladrante cuando juega corto y a repetición.
Su backs demostraron buena defensa y gran aptitud para el ataque.
Defectos: los delanteros no se reagrupan rápido, no limpian bien los rucks y hasta ahora, no se encontraron con un pack de categoría para medir fuerzas. ¿Cómo responderían? Buena pregunta.
Los tres cuartos Naranjas no son implacables en la primera defensa, se desordenan en ataque (por lo que son fácilmente vulnerables en un contraataque), erráticos en la toma de decisiones cuando buscan el in-goal rival, sin contar la cantidad de veces que se les cayeron pelotas.
¿Qué tiene Córdoba? Un pack de forwards mejor que el del año pasado, una muy buena tercera línea, backs rápidos y efectivos.
No tiene una gran primera línea, no son buenos los backs para defender y sobre todo, no existe la filosa patada a los palos que tenía el apertura Luna que nos amargó en 1997, en el Parque 9 de Julio (doloroso recuerdo si los hay, ver más abajo).
Los condimentos para un gran partido están sobre la mesa. La irregularidad cordobesa es una gran incógnita a develar, teniendo en cuenta que antes del comienzo del Argentino le ganó sin discusión a Uruguay (29 a 12) pero en su debut vencieron lacónicamente a San Juan por 10 a 7 en una jugada fortuita sobre el epílogo del partido. Rodrigo María, el hoccker y capitán cordobés.

Ante Rosario volvieron a demostrar su temeridad como equipo (con un gran segundo tiempo) pero en Buenos Aires volvieron a caer sin atenuantes.
¿Quién es Córdoba? ¿Cuál es el verdadero Córdoba que vestirá su camiseta roja el sábado? ¿El cachorro que perdió con Las Aguilas o el temible Dogo que derrotó a Uruguay?
En tiempo de descuento, el sábado se conocerá el final de la historia que tiene a estos protagonistas como verdaderos animadores del Campeonato Argentino de Rugby.

Novedades

El conjunto rojo tendrá una sensible baja en su formación, ya que su fullback, Pedro Garzón, recibió ante Buenos Aires su segunda amarilla y deberá purgar una fecha de suspensión. La salida del hombre de Tala será cubierta por Francisco Sansot, en lo que podría ser el único cambio respecto a la alineación que inició el partido con Las Águilas.
Tucumán, por su parte, espera la recuperación de Javier Belloto. Si el tercera línea de Huirapuca no llega a tiempo, el equipo será el mismo que derrotó a Cuyo.

Un duelo con historia. Los partidos entre cordobeses y tucumanos tienen una muy rica historia, que se inició en 1966, cuando Tucumán dejó de representar a la Unión de Rugby del Norte. En ese lapso se enfrentaron en 23 ocasiones con 15 victorias naranjas y ocho para los mediterráneos. En Tucumán jugaron 10 veces, con ocho triunfos para los locales y apenas dos para los cordobeses.
Si nos remontamos a la década del ‘80, los norteños fueron prácticamente imbatibles para los cordobeses en el Campeonato Argentino.
Córdoba rompió el maleficio en el ‘94. Se impuso por 27 a 22 en la cancha de Córdoba Athletic y accedió a las instancias decisivas del Argentino.
De allí en más, se convirtió en la sombra negra de los Naranjas venciéndolos en forma sucesiva hasta 1999.
Dolorosos recuerdos: Solamente dos veces Córdoba festejó por el Campeonato Argentino en tierras tucumanas. Una de ellas fue en 1997, en la cancha de Lawn Tennis.
Córdoba llegaba al encuentro después de haber vencido a Buenos Aires e igualado con Mendoza, y necesitaba una victoria para mantener sus chances de obtener por tercer año consecutivo el Argentino.
Los Naranjas arrancaron con todo y sacaron buenas diferencias. El segundo tiempo fue otra cosa. Los forwards cordobeses, con Bernardi, Simes y Viola a la cabeza se hizo dueño de la pelota. El triunfo llegó en el décimo minuto de descuento, cuando, desde la mitad de cancha Luna decretó el 30 a 29 final.
Al año siguiente, el duelo se repitió en Córdoba y, por momentos, pareció que los tucumanos iban a obtener una revancha histórica. Es que sólo en el primer tiempo, los visitantes habían marcado cuatro tries y llevaban una ventaja de 22 puntos. Pero Los Dogos lo dieron vuelta en el complemento y con cuatro tries se impusieron por 42 a 38.
Los últimos años han sido caracterizados por una supremacía tucumana, que obtuvo cinco triunfos en seis partidos disputados.
Fuente: La Gaceta, La Voz del Interior

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