Ya estamos en semifinales. Somos uno de los cuatro mejores equipos del mundo. ¿Es así?
Sí, por mucho que le pese a los All Blacks, a los Wallabies incluido David Campese y también a los franceses y a los ingleses.
Ya está. El objetivo está cumplido. El hacer un mejor papel que en el '99 y tomarnos revancha de lo sucedido en el 2003 cuando nos quedamos afuera sin clasificar cuando teníamos potencial.
Sinceramente, creo que no. Pero sí somos un equipo más maduro. Con más recursos técnicos, con una gran defensa, con mejor físico y con un tremendo corazón.
El equipo cuando entra a la cancha sabe lo que quiere y sabe cómo hacerlo (no estoy plagiando la frase de la candidata a presidente, por favor). Por eso le ganamos a Escocia, aunque con un mezquino 19 a 13. Tendríamos que haberle hecho más tantos a ese equipo que parecía más duro pero muy dubitativo.
Argentina, en cambio, sabía lo que hacía. Entonces parece que todo es fácil. Antes de jugar el partido, estábamos casi seguro de que ganábamos. Yo había apostado que le hacíamos más de 20 puntos.
Casi tuve razón. Si Los Pumas aprovechaban el momento de desconcierto que tuvieron los escoceses, que estaban desconcertados (cerca de los 10 minutos del segundo tiempo) podríamos haberle hecho daño pero les dejamos una rendija donde se recuperaron.
Y si el partido duraba cinco minutos más, tal vez, sólo tal vez, nos estaríamos lamentando.
Igual, creo que Los Pumas si bien ganaron , no jugaron un gran partido.
Ya lo dijeron casi todos los jugadores: "se ganó. No se jugó bien pero había que ganar el partido. Tuvimos muchos errores", se sinceraron en las entrevistas post partido.
A Juan Hernández se le preguntó si estaban cansados mentalmente y contestó que no. El cansancio era físico.
Habrá que trabajar bien en la recuperación entonces porque ahora viene Sudáfrica, que es muy fuerte en su juego, sobre todo con sus delanteros. Mucho más que Escocia.
Que puedo decir de este partido. Que me gustó mucho la primera parte, donde Los Pumas jugaron bien, importantísima la concentración como la de Gonzalo Longo, atento en la marca para tapar justo el kick de Parks y asentar el único try argentino. También, impecable en la recepción de la salida de mitad de campo. Creo que no estuvo bien acompañado esta vez, ni por Ostiglia ni por Fernández Lobbe.
Excelente, "maradónico" lo de Juan Martín Hernández jugando con la cabeza e interpretando con su pie partituras exquisitas de kicks posicionales. Y otro drop de izquierda, su pierna menos hábil, para sumar puntos. Intentó un par más, un tanto lejos de las haches y no tuvo fortuna. Hubo un momento del partido que creo que pudo hacer cuando jugábamos con los forwards en campo contrario y no resolvimos bien. Un drop allí podría haber hecho más daño pero no lo hicimos.
Nos faltó punch para noquear al rival. Después, el desorden en el segundo tiempo, la falta de respuesta física (según lo dicho por los jugadores) les jugó una mala pasada y menos que teníamos ventaja en el score porque se pudo complicar mucho más el partido.
Escocia no mostró nada. No propuso nada. Sólo las patadas de Paterson y de Parks. Algún que otro avance por los kicks a cargar, pero no más que eso. La defensa argentina volvió a dar muestras de buena salud.
En el final, cuando ya los minutos le jugaban en contra, Escocia tuvo algo de juego.
Y cuando se juega bajo presión se ven a los jugadores. Se equivoca Parks mandando un kick alto para su wing y la pelota se pierde por touch in-goal. ¿Pero si hubiera sido bien pateada? Cerraba el partido Escocia, aunque Hernández (también estuvo muy bien en este punto) lo fue a cubrir muy bien arriba.
Como verá, estimado lector, no estoy muy contento. Y no haré ninguna nota nombrando la "epopeya francesa" o la "hazaña Puma" ni nada por el estilo porque llegamos a semifinales.
Creo que ya lo expresé en un blog anterior. Este grupo se merece lo que le está sucediendo. Y nosotros tenemos que disfrutar lo que hacen mientras lo sigan haciendo.
Me hubiera gustado que le ganáramos a los escoseses no con baile, pero sí con menos angustia, así el panorama lo veía verde color esperanza.
Ahora el verde que tenemos en el horizonte, lo veo mucho más oscuro.
Espero equivocarme. Y que Los Pumas le hagan honor al slogan de la publicidad de la marca que los viste. "Imposible, it's nothing"...
Fuente: La Nación, BBC, ESPN.
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