jueves, 18 de octubre de 2007

Vamos PUmas!!!!!



Qué mejor para un blog de la provincia de Tucumán dedicado al rugby, que anunciar el partido de mañana de Los Pumas ante Francia con el reportaje que le hicieron en el diario La Nación al ex pilar de Natación y Gimnasia, Omar Hasán.
El encuentro con les bleus se jugará en el Parc des Princes, a partir de las 16 (hora argentina) y no solamente se estará despidiendo Omar sino también Gonzalo Longo, Agustín Pichot, Ignacio Fernández Lobbe, Mario Ledesma (aunque no jugará por lesión) y, según por lo que manifestó en entrevistas periodísticas, Manuel Contepomi también le dirá adiós. Aunque no formaron parte de este torneo pero sí de toda la preparación, Martín Gaitán y José María Núñez Piossek probablemente ya no vistan más la camiseta de Los Pumas.

Y el técnico, Marcelo Loffreda, le dirá adiós a los que fue su "trabajo" en los últimos ocho años. Aunque creo sinceramente que ninguno de ellos se despedirá de la Selección.
Se quedarán para siempre en la memoria y en el alma de todos los que amamos al rugby en su escencia por todo lo que hicieron, por lo que dejaron de enseñanza y, mucho más allá del resultado de mañana, por el espíritu de superación y fortaleza que demostraron ante la adversidad.


El Turco será titular mañana en la despedida de Los Pumas en el Mundial y también será su despedida. Será la última presentación con la camiseta albiceleste de Big Omar.

Recuerdo haber escuchado a Patricio Noriega haber dicho "Omar es fundamental en el scrum. Cuando él entra, es otra cosa". Pero Loffreda prefirió a Scelso entre los titulares. Y hay que respetar la decisión del entrenador.

Igual, Omar se irá por la puerta grande. Jugará de titular en el último partido del mejor desempeño en los mundiales de Los Pumas. Por eso reproducimos la nota de La Nación completa. Porque aunque pequeño, le queremos dedicar este homenaje al representante de nuestra provincia.



Hasan: el retiro de un indomable
A los 36 años, el pilar tucumano jugará mañana su último partido con los Pumas; "El regalo más grande va a ser terminar muy bien este Mundial y dominar a los franceses", dijo acerca de lo que espera para su adiós.

ENGHIEN-LES-BAINS, Francia.- Las connotaciones del acto final de los Pumas en este Mundial inolvidable conducen irremediablemente por los caminos de la emoción. Historias, vínculos que se interrumpen en la misma geografía donde nacieron: en una cancha. Porque no hay duda de que estos Pumas permanecerán ligados de por vida, sólo que para varios ya no habrá vestuarios, concentraciones y sesiones de entrenamiento. Fue más de una década de indeclinable dedicación, y por eso también su sacrificio le ha permitido extender la carrera hasta sus "vigentes" 36 años. Esa es una conquista sobre el tiempo que unos pocos alcanzaron, pues la acumulación de batallas repercute en el físico y sin su espíritu de roble no hubiera podido tener la oportunidad de esta despedida de gala, nada menos que en el Parc des Princes, uno de los estadios más emblemáticos del Viejo Continente.

De la misma manera con la que irrumpió en su primera convocatoria, en 1992, para la gira por España, Rumania y Francia, con una admirable disposición, Omar Hasan vive sus últimas horas con los Pumas. Nunca, nadie ni nada lo cambió. El conserva su indomable tonada tucumana -los diez años en el extranjero no se la llevaron-, su sencillez, amabilidad y sinceridad, dones de un auténtico churo -buenazo, para el modismo de su provincia-. Del primero al último día fue igual, desde su reinclusión definitiva en el seleccionado (1995), aunque mañana será la última vez que la camiseta celeste y blanca se estreche en su voluminosa masa muscular de 115 kilos. "Para mí es un partido muy especial por varias razones. Porque al ser mi último partido en los Pumas se cierra una etapa bastante larga e importante de mi vida, y porque el rival es Francia. Hay muchos significados detrás de este partido, además del hecho de terminar el Mundial de la mejor manera posible", confiesa el pilar surgido en Natación y Gimnasia, pero que paseó sus estirpe de Atila por Nueva Zelanda, Australia y Francia; incluso, su contrincante bleu en el scrum será Jean-Baptiste Poux, compañero en Toulouse, donde continuará una temporada más y después sí ya no habrá más rugby.

La caída en las semifinales con Sudáfrica golpeó fuerte en el ánimo, pero la naturaleza del plantel es de no rendirse, y en la previa al choque por el tercer puesto con Les Bleus (a las 16 de nuestro país), Hasan lo reafirma: "No nos vamos a relajar, nos tenemos que sacar de encima ese dolor y estar súper concentrados. No creo que haya muchos secretos en la manera que van a jugar los franceses, porque van a hacer lo que le están reprochando desde hace tiempo, van a querer producir juego, van a querer jugar y jugar como sea, mientras que nosotros debemos volver a tener una defensa infranqueable", advierte el más veterano del plantel.

En su formación le han servido los consejos y las enseñanzas de sus coterráneos Julio Coria, Gabriel "Mocho" Palou, Ricardo Le Fort y Pablo Garretón. "Yo tuve la suerte de estar con jugadores de una gran experiencia en el seleccionado tucumano y en los Pumas, y de todos ellos me ha quedado algo. Siempre he sido de escuchar y respetar lo que me decían, y por eso todos me marcaron; con sus aportes de a poco me he ido moldeando", explica, mientras incorpora a su grupo de referentes a Pedro Sporleder, Lisandro Arbizu y Federico Méndez, además de recordar las largas conversaciones con el ex Puma Luis García Yáñez y el médico de la selección Pany Jordan.

"Lo que más me gustaba era esa pasión que siempre me transmitían, algo que en el rugby es muy importante, saber por qué jugamos. El Tano [Marcelo Loffreda] y Agustín [Pichot] siempre lo remarcan, y coincido plenamente, que es eso de saber que podés jugar con los ojos cerrados en los Pumas; porque vos das todo y además sabés que el que está a tu lado hace lo mismo. Las ganas de trascender, en el buen sentido, de entregar más de lo que podemos, ésa es una marca registrada de la selección. Este es el fin de un ciclo y no el fin de los Pumas. Esos valores, así como la alegría de jugar este deporte y de compartir un montón de cosas, tienen que seguir vivos en la selección, más allá de los nombres. Eso hay que preservarlo, por siempre", advierte con franqueza Hasan.

El hecho de que sea su retiro no lo aparta de la necesidad del grupo, sin darle prioridad a las cuestiones personales: "Yo no elegí esta situación, se dio así. Podría no estar en este partido, pero bueno, soy un afortunado y simplemente quiero vivir cada momento intensamente sin pensar en mí sino en lo que necesite el equipo. Más allá de las cuestiones de cada uno, lo más importante es que todos disfrutemos dentro de la cancha, y lo vamos a disfrutar si podemos corregir todos los errores que hicimos contra Sudáfrica, que ya todos sabemos lo que nos costó. Te repito, quiero disfrutar del momento, y el regalo más grande va ser terminar muy bien este Mundial y dominar a los franceses", expresa con soltura.

La melancolía no es una de sus señas, y lo reconoce, pero confiesa: "Voy a empezar a tomar realmente conciencia de que ya no estoy más a partir del año que viene, cuando haya nuevas convocatorias y no me vea. Es que esto fue una parte importante de mi vida", comenta. Y es verdad, porque Big Omar , como alguna vez lo llamaron los periodistas neozelandeses, ha tenido un comportamiento ejemplar, desde el respeto por la disciplina de entrenamientos, la alimentación, los requerimientos específicos en el gimnasio. "Es la única forma que veo para superarme día a día en algo que tanto me gusta. Esa mentalidad es la que me inculcaron y hay que pasarla a generaciones futuras.

"Porque -agrega- ahora las experiencias de los chicos en los clubes son más cortas, porque apenas a los 20 años se van al profesionalismo, pero esa esencia no la podemos perder. El éxito de cualquier equipo va a estar sustentado en esos valores", reflexiona desde la experiencia y el corazón.

Una vez que cuelgue para siempre los botines, será el momento de progresar en su otra pasión: el canto. Los estudios de solfeo y los proyectos de grabar un CD seguramente llenarán los días, y así empezará a desarrollarse en su vocación como barítono. Se va Omar, se extingue su trayectoria en los escenarios de césped, pero su huella perdurará eternamente; porque sobresalió con sus cualidades técnicas, pero especialmente por su distintiva grandeza.
El tucumano, un veterano como Jason Leonard
Hasan, cuya primera citación para la Argentina fue para actuar en el Mundial Universitario de 1992, cierra su carrera muy cerca de una trayectoria también colosal: la del pilar inglés Jason Leonard, que se retiró a los 37 años, como campeón del mundo y con un total de 118 caps.
Por Santiago Roccetti, de La Nación on-line, enviado especial a Francia

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