Nuestra alicaída economía (a pesar de lo que diga la candidata a presidente Cristina Fernández de Kirshner) ha encontrado diferentes maneras de generar escrachos pseudoempresarios que quieren seguir ganando como cuando estábamos en el 1 a 1 y no nos dábamos cuenta que el barco se hundía pero tomábamos champagne o champaña como más le guste, estimado lector.
Esa camiseta que ve ahí, hermosa, linda, que dan ganas de ponérsela y sentir aunque sea un leve instante lo que sienten esos bravos Pumas que nos representan en Francia. Es que ahora tomó un valor diferente desde que 22 jugadores (sí, porque los suplentes también ingresan al campo de juego) cantan el himno con emoción.
Después de ver esas imágenes, uno tiene un rapto de argentinismo (tal vez mal entendido pero argentinismo al fin) y corre hacia las casas de ropa deportiva a medirse una del talle que le calce (más de una X, seguro) pero toda ilusión de nacionalismo se derrumba cuando pregunta al vendedor: "¿cuánto es es?"...
El vendedor, aprovechando la "pumamanía" desatada a lo largo y ancho de este bendido país, sonríe y responde con una fría seguridad traducida en una segura venta: "$ 189".
Para aquellos que no conocen nuestra economía, se resume en u$s 59 o bien, 42 euros.-
Tal vez para los que vivan fuera de nuestro país no consideren que sea demasiado cara pero teniendo en cuenta que el sueldo promedio de un trabajador argentino (siempre que esté en blanco y que le hagan los depósitos de ley, esto es, obra social y aportes jubilatorios) no gana más allá de $1500 mensuales o sea u$s 470 o en dicho de otra forma, 333 euros, es una exhorbitancia.
Esto no sería nada si es que viviéramos en un país donde la inflación no existe (como dije al principio, según nuestro gobierno). Pero hace dos meses, antes del comienzo del mundial y de los éxitos de nuestros muchachos, la misma camiseta, en las mismas casas deportivas, no costaba más allá de $139 (o sea, 50 pesos menos).
Teniendo en cuenta que los precios de las camisetas de los clubes de fútbol más requeridos como Boca o River están el orden de los 145 a 155 pesos y no sufrieron modificación de precio alguna en todo este tiempo, a uno le indigna que cuando quiere sumarse al aliento nacional, tenga que pagar un sobreprecio porque, argumentan, "es que no damos abasto con los pedidos y como todo sube..."
Esta vez, a pesar del slogan de la publicidad de la prestigiosa marca alemana, comprar la camiseta original sí me es "Imposible" como al resto de los trabajadores normales y con deudas que viven en nuestro país.
Hay una manera de tomar la posta nacional y no quedarse afuera: comprar la camiseta alternativa que no cuesta más allá de $100. Se encuentra en la casa Flash y, si bien no tiene las tres tiritas sobre el hombro, tiene los colores celeste y blanco y la imagen del puma en el corazón. Más que suficiente. Porque el verdadero valor de esa camiseta está dentro de quien se la pone, y no en la tela, ni en el slogan, ni en la cantidad de tiritas sobre el hombro.
Un abrazo
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