Los Pumas, listos

No había comenzado a hablar sobre Los Pumas no porque no quisiera o estuviera obviando el Mundial, cita deportiva importante si las hay. Las razones pueden sonar un tanto injustificadas y no vale la pena aquí esgrimirlas. Sí hice comentarios sobre la baja de José Núñez Piossek porque me pareció injusta. No con la decisión del cuerpo técnico sino una injusticia, no de "alguien" sino de la vida para con el Negro, que se preparó con todo para este Mundial y se tenía mucha fe.
Pero ya no es momento de llorar sobre la leche derramada. Mañana es el debut del quince argentino ante el anfitrión, organizador del Mundial y favorito, Francia, por lo que ahora hay que centrar la atención en lo que sucederá en París, en el estadio Saint- Dennis, a las 16 hs. de nuestro país, con la señal ESPN+ mediante.
Podríamos hacer alusión de que el otro tucumano que nos representa en el seleccionado argentino tampoco fue convocado, ni siquiera, como suplente. Pero las razones las tendrá el técnico para incluir al inexperto Alberto Vernet Basualdo (sólo cuatro partidos en Los Pumas) contra la indiscutible capacidad, al menos numérica, del Turco Omar Hasán: 58 partidos y dos mundiales ya jugados.
El técnico Marcelo Lofreda designó a los siguientes Pumas para el debut y se acabaron las especulaciones de quién ingresará por quién:
1- Rodrigo Roncero, 2- Mario Ledesma, 3- Martín Scelzo, 4- Ignacio Fernández Lobbe, 5- Patricio Albacete, 6- Lucas Ostiglia, 7- Juan Fernández Lobbe, 8- Juan Manuel Leguizamón, 9- Agustín Pichot (capitán), 10- Juan Martín Hernández, 11- Horacio Agulla, 12- Felipe Contepomi, 13- Manuel Contepomi, 14- Lucas Borges, 15- Ignacio Corleto.
Uno puede estar de acuerdo o no con las designaciones. Si se gana, dirán qué buen ojo que tuvo el técnico para poner a tal o cual jugador como titular o como refresco. Si se pierde, las críticas lloverán y verán hasta lo que "era evidente" en cada análisis.
Particularmente alentaré a Los Pumas pero no me hago demasiadas ilusiones. Puede que exista una pequeña rendija donde se filtre la luz de esperanza de ganarles a los Blues pero eso pasará sólo y gracias al gran corazón Puma y porque Francia esté dibujada, haga un juego impresentable, que sienta la presión y los nervios traicionen al favorito; que se caiga la pelota cuando quieran definir o un pase sea interceptado por uno de los nuestros y le demos una ducha de agua fría al torcer el resultado cerca del final del partido.
No me refiero a que debe suceder todo esto para que ganen Los Pumas. No me malentiendan. Me aferro a la ilusión, al sueño, al deseo.
Pero cuando veo que Francia gastó lo que gastó para su preparación (70 millones de euros=317.220.000 de pesos argentinos) contra el escueto esfuerzo monetario argentino (2.5 millones de dólares=7.775.000 de pesos argentinos) me abruman los números y me rindo a ellos.
Y ya sabemos que este es un juego donde prima la lógica. Por eso las apuestas dan como segundo favorito para ganar la copa al anfitrión, detrás del siempre elegido por todos, Nueva Zelanda.
Igual, falta mucho todavía para analizar si perdimos, si ganamos, si jugamos bien o mal. Es hora de disfrutar de la ansiedad de la previa. El Mundial está por comenzar. Falta poco. Ya comienza. Y el sueño de Los Pumas y de todos nosotros, también.