martes, 8 de abril de 2008

"La Caldera no es para cualquiera"

Es un orgullo. Personalmente, si me lo preguntan, Lawn Tennis debe ser la casa del seleccionado tucumano.
Los jugadores se sienten cómodos allí, la visita no. Sin entrar en comparaciones odiosas, es como La Bombonera. Hay que saber jugar con esa presión de la gente aunque, debo reconocerlo, no es como la de antes. El aliento es distinto. Pero igual mete presión.
Esta introducción es para referirme a la nota que publicó rugbytime.com.ar a los Albarracín, Gonzalo y Francisco, padre e hijo, que se coronaron campeones en Tucumán.
Lea. Si es tucumano, seguro que le va gustar.

En la cancha no lo pude ver bien, pero me decían que le gritaban, lo escupían... Era imposible que la metiera. Pero ya lo dijo alguna vez el gran Serge Blanco (ex jugador de Francia) el que juega en Tucumán se recibe de jugador de rugby. Y me parece que mucho de eso se vivió la otra noche”, comienza con el diálogo el mayor de la familia, el entrenador que ganó una veintena de títulos con las juveniles de La Plata, que fue responsable del campeonato de 1995, que llevó a Los Pumas de Seven a lo más alto y que acaba de cerrar una trilogía de vueltas olímpicas al frente de Buenos Aires.

“Soy un tipo competitivo, trato de buscar resultados y también debo saber estar en el lugar correcto”, se define el entrenador, tal vez uno de los tipos más ganadores del rugby argentino.

-De los últimos tres títulos que ganó Buenos Aires, ¿el del sábado fue el más festejado?

-(Nicha Albarracín) Personalmente sí. Fue el que más gocé, más que nada por la manera que se nos dio. Demostramos que con un recambio importante seguimos teniendo un equipo respetable. Y, como si fuera poco, mi hijo Pancho era el medioscrum del equipo.

-Ya se escapaba el partido...

- (N) Estaba muy difícil. Porque Buenos Aires había entrado a hacer un esquema de juego muy conservador. Además, en el primer tiempo fallamos mucho con los kicks. Y en el segundo tiempo tuvimos problemas con las formaciones fijas. Así, teníamos todo para perder. Pero por suerte nunca fallamos en la parte defensiva, en los últimos minutos jugamos con jerarquía y siempre tomamos las decisiones correctas. Eso, teniendo en cuenta el factor externo, es muy positivo.


Los Albarracín. Una tradición de rugbiers con sello propio (Diario Hoy)

-¿Cuál fue tu experiencia de jugar en La Caldera?

-(F. Albarracín) Muy buena. Dos veces antes había jugado allí. Una, como titular, y habíamos perdido. Y el año pasado, que entré en el segundo tiempo con el partido definido. Pero el sábado fue distinto. Es espectacular jugar allí pero no es para cualquiera.

-(NA) A nosotros nos gustaría que en Buenos Aires la gente viva al rugby de la misma manera que en Tucumán, porque acá se va a la cancha para ver amigos y no por el equipo.

-¿Fue una presión para ustedes tener que ganar el título porque son la unión más poderosa del país?

-(FA) No, para nada. Incluso te diría que a esta final no llegamos como candidatos. No jugamos bien en todo el campeonato y esa es una deuda que tuvo el equipo. No funcionamos como equipo, a pesar de tener la mayor cantidad de Pumas y Pumitas. Nadie se sintió candidato. Fuimos con mucho miedo y eso nos jugó a favor.

Hasta la próxima. Un abrazo

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