Jugar en Tucumán la final del Campeonato Argentino de Rugby es el mejor lugar para hacerlo. No cabe duda de eso. Esta vez, a diferencia del año pasado, será a partir de las 18.10 y por tv para el resto del país.
El rugby a nuestra gente la enciende de una manera especial. Y si Buenos Aires es el rival a vencer, ni hablar. La antinomia Porteños-Interior (o resto del país), que no es de ahora, continúa en la línea del rugby.
Muchas veces esto tiene que ver con el sacrificio que tienen que hacer clubes y uniones del país para lograr mantener su estructura por la falta de recursos, de posibilidades económicas y comerciales, para hacer frente a los gastos que esto implica.
Buenos Aires, sobre este tema en particular, se maneja en otro nivel. Incluso se da el lujo de que la camiseta de su selección no lleve sponssor.
A ellos también les gusta jugar en Tucumán. Los motiva. Y también le provoca cierta incertidumbre, máxime teniendo en cuenta el nivel actual de Tucumán y lo que significa tener la gente alentando todo el tiempo.
Así lo reconocen jugadores y técnico, en las distintas páginas dedicadas a este deporte.
“Nosotros y todo el mundo tenía la cabeza puesta en Tucumán, porque queríamos jugar una final contra ellos. Sabíamos que a los rosarinos no le íbamos a ganar fácil, pero se podría haber ganado mejor. Me encantaba la idea de que fuera con Tucumán allá, en la Caldera . Un poco por el ambiente, porque sé lo que representa. Yo he jugado un M23 en esa cuidad y no me imagino lo que será con un equipo de mayores. Esperemos ganarla y jugando mejor, que es la deuda que tuvimos contra Rosario. Para salir campeón, tenemos que trabajar mucho y estamos todos capacitados para hacerlo. Seguro que el sábado que viene la vamos a romper”, asegura el ala Ariel Hevia mientras que su compañero Francisco Bosch también reconoce que a Tucumán se le tiene “mucho respeto y pero también estamos con alegría por jugar allá, porque la Caldera (cancha de Tucumán Lawn Tennis) es el mejor lugar para jugar una final. Ahí, con todo el público en contra, te súper motivás; si no lo hacés es porque tenés hielo en las venas”.
Uno de los técnicos de Buenos Aires, Eduardo Fernández Gil, utiliza en su favor el la presión del público tucumano. “A mis hombres les gusta jugar en Tucumán, ellos disfrutan mucho por el escenario por la forma en que el espectador tucumano vive este deporte y sabe reconocer al mejor. La última vez nos fuimos aplaudidos”, dice, aunque no se juega por un resultado a su favor.
Espero que esta vez los que aplaudan sean ellos y nuestros chicos, levanten los brazos en gesto de agradecimiento.
Hasta la próxima.
Un abrazo
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