Marco Lamoglia, con quien también compartí espacios periodísticos, contestó el cuestionario puntillosamente. Si es tucumano, obviamente espera un triunfo de La Naranja.
Marco es uno de los que conoce bien este deporte, conoce a los chicos, fue cronista de La Ciudad, de varias radios (incluida la transmisión de Scrum 5 donde actualmente hace borde de campo) y también es colaborador de Pre-match.com,ar la revista digital del rugby.
1.- ¿Qué tiene Tucumán para ganar el título?2.- ¿Qué tiene Buenos Aires para ganar el título?
3.- ¿Cómo pensás que puede darse el partido?
4.- El Lawn Tennis ¿es el mejor lugar para este encuentro?
5.- Si está de acuerdo, me gustaría una apreciación sobre lo realizado por la dupla Le Fort- Molinuevo en estos años al frente del selección.
1)Todo. Equipo, solidaridad, sacrificio, entrega, un grupo excelente de muchachos con ganas de triunfar y sacarse la espina que tienen desde hace 2 años. La Mayoría quiere revancha y creo que la tercera va a ser la vencida. Y tiene la ventaja de la localía.
2)Buenos Aires es como el gigante dormido, y se despierta siempre en las difíciles, pero me parece que este año, a diferencia de otros, no es un equipo que juega en conjunto sino que depende de individualidades, y eso le puede jugar muy en contra.
3)Me imagino a un Tucumán tratando de imporner su juego desde el primer minuto, como en los últimos dos partidos. Presionando y tratando de buscar los errores. Los Naranjas desde su mejor juego, los fowards, pero con el plus de la explosión de los tres cuartos. Y Buenos Aires tratando de abrir la cancha y ver si por ahi se puede imponer, porque por los delanteros es muy difícil.
4) Por lejos el lugar donde más se vive el rugby en el país. Nada lo supera. La presion de la gente tanto a favor como en contra es un condimento especial. Sería lindo en un futuro no muy lejano, ver esa misma cancha pero con tribunas en los cuatro costados y que la presión sea mayor, sería algo impresionante.
5) No vamos a descubrir nada nuevo si nombramos los éxitos que tuvieron Le Fort y Molinuevo con el seleccionado. Se recuperó la mística, el hambre de gloria y se mantuvo la humildad, cosa que no tuvo el equipo en 2004 y por eso descenció. El trabajo y los logros son una cosa que esperemos que nunca acabe, como la rica cantera que tiene Tucumán y que por suerte, ellos pudieron sacar provecho.
Un abrazo para todos y esperemos que la alegría llegue.
Gracias, Marco. Cuando llegue a casa te pongo la foto.
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