lunes, 7 de abril de 2008

Lo bueno, lo malo y lo feo

Si quedaba algo para rescatar del partido del sábado, hay algunas cosas que quedaron en el tintero. Faltaban las imágenes. Ahí van.

Lo bueno:
* En lo deportivo, la entrega del equipo. ¿Qué más se puede decir? Su sacrificio lamentablemente no fue premiado con el título. Se ganó con autoridad en el scrum, en el line pero no se pudo concretar esa supremacía en el in-goal. Una pena pero hay que rescatar la entrega de estos muchachos.
* La cantidad de público que se dio cita en el Lawn Tennis. Desde temprano ocuparon las tribunas y a una hora de comienzo del partido prácticamente ya no había lugar.
* La recepción brindada por el Lawn Tennis para la prensa con una comida al mediodía y el lugar reservado para trabajar más cómodos. Aplausos.
* Los seguidos de Agustín Vallejo. Durante todo el torneo no pararon de alentar de distintas formas al centro de Cardenales. Hubo un mensaje claro para el Tati Phelan, quien estuvo en la cancha: "Tati: el Pony es argentino", rezaba una bandera con color naranja.
* El clima de fiesta que se vivió. Al fin de cuentas, cualquiera de los dos equipos que saliera campeón, estaba justificado. Por lejos, son los mejores equipos del país. Lástima que Buenos Aires ratificó su supremacía en las finales ante Tucumán aunque hay que reconocer que esta fue la más peleada, la más pareja.
* La decisión de poner baños químicos. Se usaron y bastante.
* La puerta lateral abierta para descomprimir la salida. Si no hubiera sido por eso, todavía está saliendo público por la única puerta del Lawn Tennis.
* La dedicatoria del campeonato "al inglés" de parte de los jugadores de Buenos Aires. ¿Quién es? Joaquín Brinnand (foto izquierda), ala del CASI. El inglés formó parte del plantel que el año pasado jugó en Tucumán y ganó el campeonato. "Ese día estuvo con dolor de cabeza todo la mañana y la tarde. Le dimos pastillas y jugó igual pero lo reemplazamos en el segundo tiempo. Cuando volvió a Buenos Aires le descubrieron un tumor maligno en la cabeza y tuvo que ser operado. Un gran jugador de rugby, buen chico, excelente persona... Es muy lindo que los chicos se acuerden de él en este momento", explicaba Guido Ratti, el encargado de prensa de la URBA.
* El tercer tiempo compartido con los colegas locales como Esteban Valdez, Martín Guzmán y Marco Lamoglia y periodistas de la URBA. Fue una linda charla, analizando el partido, situaciones, actuación del árbitro, confidencias. Todo bien regado con cerveza y provisto de vituallas por PP. Una grata noche de rugby.
* El "otro" equipo compuesto por colegas femeninas. Al borde del campo, listas para ingresar.

Lo malo:
* Las tribunas tubulares. Puestas del modo en que estaban, restaban espacio. No se podía caminar con tranquilidad.
* Los chicos alrededor de la cancha. Es algo sumamente peligroso para los chicos y también perjudicial para cualquier organización que debe responder a los compromisos comerciales. Todos los carteles estaban tapados por los, seguramente, quinientos pibes que había dentro del campo. Después, fue la hecatombe.
* Los chicos y no tan chicos se fueron en el entretiempo sobre el equipo naranja como moscas a un plato lleno de dulce. Ricardo Le Fort necesitaba tranquilidad y espacio para hablar con sus jugadores y corregir defectos. Ellos estaban jugándose la vida dentro de la cancha y los demás no los respetaron. Así no se puede.
* La falta de espacio, más que evidente. Hay una idea de reestructurar el club del parque 9 de Julio. Pero el tema de un lugar que albergue la cantidad de público que convoca el seleccionado es de larga data, no de ahora. Antes se jugaba en el estadio de Atlético Tucumán (el único con las medidas reglamentarias para el in-goal) pero ahora prefieren alquilarlo a Patito Feo y no al seleccionado tucumano. ¿Hasta cuándo esperarán los dirigentes para concretar las obras edilicias que mejoren la capacidad y servicios de Lawn Tennis u otro club para ver con tranquilidad al seleccionado tucumano? No hablemos de un estadio como el de Salta pero algo hay que hacer.
* El árbitro Javier Mancuso. No estuvo a la altura de una final. Mostró falta de personalidad cuando tuvo que pitar. Ni hablar de la cantidad de derrumbes del scrum. La UAR deberá reveer bien el tema de la jerarquía de los jueces a la hora de las designaciones. Si mandaron el mejor que tenían, no quiero imaginar como será el peor.



Lo feo:

* Había afirmado en un post anterior y en una nota para un diario local que si Tucumán estaba concentrado los 80 minutos, era campeón. Eso es lo feo. No pudo alcanzar el máximo de concentración y hoy debemos conformarnos con sentirnos mejores pero sin el título.
* Gente (¿gente?) que no supo asimilar la derrota y descargó su bronca con insultos o escupitajos. Los blancos eran el referí Javier Mancuso o el grupo de jugadores que estaban festejando. Particularmente ví a dos adolescentes agrediendo cobardemente con salivazos a los jugadores porteños escudándose detrás de sus amigotes. Por esto es necesario un lugar donde los jugadores puedan festejar sin que inadaptados invadan el campo de juego.


Por ahí queda algo más, pero nos vemos en la próxima entrega. Será hasta que el rugby nos de revancha nuevamente. Hasta el año que viene.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no pude ver el partido, pero por lo que lei en los diferentes medios casi todos coincidieron. Ahora, de una vez por todas se tiene que dejar de usar la cancha de Lawn Tennis para partidos de esa importancia, es una verguenza que cobrando 15 mangos no te den las comodidades basicas necesarias. Para que quiere la union o el club gastar en agrandar las instalaciones si partidos de esas caracteristicas son solo dos por año??? porque no piensan en algo mas viable. Me parece que ustedes los periodistas deberian implantar el tema, asi de una vez por todas se hace algo en serio.
un abrazo!

Julio dijo...

Negro querido, ¡¡¡qué final perdimos!!!

Creo que fue así, se la dejamos. Quedó clara la diferencia entre un equipo y un gran equipo. Y Tucumán lo va a ser, después de esto, sobre todo.

Las Aguilas son como Brasil. Necesitan a Ronaldinho para jugar bien. Pero ganan con cualquiera. Y eso le falta a Tucumán: aprender a ganar.

Una lástima la gente. A uno siempre le enseñaron que era un deporte para "gente bien". ¿Bien qué, me pregunto? Mucho shopping, playa y pelotita nomás. Así nos van a seguir dando el mismo espacio de siempre en la UAR (de ordenanza). Hay que cambiar la cabeza ya, sino seguiremos siendo un gran equipo de entusiastas, con hinchas ocasionales, sin conocimientos de rugby y, lo que es peor, ni remota idea de los que significa vivir en sociedad. Y de perder ni hablemos.


Más información en www.rugbytucumano.com.ar