lunes, 21 de julio de 2008
Una rosa con espinas
Hola gente linda del rugby... Antes que nada (o que todo) tengo un par de cosas para decirles: la primera
Feliz día del amigo!!! No pude siquiera saludarlos en el día de ayer (y aquí viene lo otro que tenía para decirles) porque el sábado mi compu se pinchó, se quemó la fuente y tuve que pasarme el sábado intentanto revivirla. No pudo ser. La pobre quedó para mejor vida (o para mejor fuente, en realidad) y con suerte la tendré hoy o mañana de nuevo en casa para volver a tenerlos al tanto del rugby tucumano.
Por eso, y aprovechando lo bondadosos que son en mi trabajo, puedo actualizar alguna nota para no quedar sin puesta en el aire.
Lo primero será hablar sobre el arrollador paso de los inglesitos (la selección M18 de Inglaterra) por Tucumán.
Actuación soberbia, profesionales en su organización, logística y en sus físicos (algunos ya tienen el primer contrato), un rugby contundente, sincronizado y veloz. No obstante, los chicos tucumanos le hicieron el aguante unos cuantos minutos pero, como decían mis colegas de Scrum5 Rugby, Diego Esper y Manuel Sugus Cardozo que transmitieron el partido, a pesar de la ventaja conseguida en los primeros minutos (ganaban los naranjitas por 10 a 0) era cuestión de esperar. Y a los 20 minutos de la segunda mitad se dio el marcador más amplio para la visita: 40 a 10.
Y a otra cosa. El recambio inglés mermó un poco el poderío demostrado y los tries de los tucumanos Joya y Agustín Cortés le quitaron amplitud a un marcador contundente y que en el campo de juego reflejó que el partido fue para el conjunto inglés.
También había dejado cosas para analizar este partido: que el corazón de los juveniles tucumanos fue enorme batallando ante un scrum superior, ante lines perfectos en su lanzamiento y recepción y ante un juego veloz y preciso, quedando en el aire la pregunta si estos chicos no se están perdiendo algo de esa inocencia propia de la juventud y ya no es un juego para ellos.
¿Será este el futuro que nos espera? No sé si será mejor o no, pero creo que a los 18 años todavía tenés tiempo de jugar.
Este equipo de La Rosa tuvo muchas espinas que produjeron el dolor suficiente en el in-goal tucumano pero nuestros chicos dejaron todo no sólo para jugar bien el rugby (que lo hicieron) sino también para obtener un oportunidad de integrar el plantel de Los Pumitas que se medirá de nuevo con este equipo dentro de poco.
Esperemos que lo consigan.
Un abrazo
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