JOHANNESBURGO, Sudáfrica.- Por primera vez desde la llegada de los Pumas a esta ciudad, el sol no inunda la tierra con su calidez y luminosidad. La penumbra gris que ingresaba en el amanecer por la ventana de la habitación anunciaba que iba a estar nublado. Nada de eso les importaba a los hermanos Ledesma. Mario y Pedro se levantaron como cualquier otro día de rutina y concentración: desayunaron en el salón Oleander, en el 6º piso del hotel Sandton Sun, y luego se fueron a la práctica al Saint Davids School. A media mañana, durante el entrenamiento, se pudo intuir un suspiro de calma y emoción entre ellos. Se tomaron de sus camisetas y formaron el scrum (Rodrigo Roncero se ubicó como pilar izquierdo). Fue una señal confiable de que el deseo de ambos está próximo a cumplirse: los Ledesma jugarán por primera vez juntos. Sucederá el sábado próximo, en el enfrentamiento con Sudáfrica, en el Coca-Cola Park. "Nunca estuvimos juntos en nada. Yo me fui a Europa a los 26 años y él era muy chico. Solamente lo enfrenté dos veces en partidos del torneo de Francia. Pensé que entrenarme con él iba a ser más raro de lo que fue. En el plantel lo tengo que tratar como a un jugador más y no como a mi hermano. Le di indicaciones y fueron como hermano; estuve mal, me tengo que controlar. El debe encontrar su lugar en el equipo", dijo Mario, el mayor, el más conocido de los dos, el que soñaba con esta oportunidad antes de despedirse de los Pumas.
¿Que ante los Springboks será el último partido de Mario? "No voy a anunciar mi despedida, como hicieron otros, ni el resultado influirá en mi decisión. La verdad, me costó un poco pensar en arrancar. Había dado mi palabra de que iba a jugar este partido. Entonces, acá estoy para jugar y también para ayudar al staff técnico a transmitir la experiencia y los valores a los chicos que recién se suman. Por ahora sigo, pero no te puedo asegurar que en noviembre esté. No sé qué va a pasar más adelante", confesó el hooker, el más experimentado del plantel, con 35 años y 64 test-matches, y uno de los referentes de la transición.
A Pedro la oportunidad lo tomó por asalto. "Jugar con Mario es un sueño que tengo desde chico. Nunca pensé que se podía dar por la diferencia de edad que nos separa. Sería muy lindo. Mario es un tipo que admiro mucho, es un ídolo para mí. Si jugamos juntos, aunque sea un minuto, lo voy a disfrutar como nunca", comentó el pilar de Stade Français, que hizo su presentación en el seleccionado el 28 de junio último, en la caída por 12-13 frente a Italia, en Córdoba.
Con antecedentes en los seleccionados nacionales juveniles y una consagración en el Top 14 francés, Pedro Ledesma abre las puertas de un mundo nuevo, pero con un recorrido que lo impulsa.
"Estoy feliz por estar entrenándome con tipos tan buenos y reconocidos. Todavía tengo los sentimientos del partido con Italia y aún no me siento Puma, porque todo es como mi primera experiencia, soy un jugador nuevo. Mi idea ahora es jugar la mayor cantidad de veces en el seleccionado y luchar para ver si se abre una ventana. Quiero estar lo mejor posible. Las ganas, la fe y la confianza las tengo", reconoció el ex pilar de Regatas Bella Vista.
Es cierto que las bajas y las ausencias de pilares tal vez aceleraron el ingreso de Pedro, pero su trayectoria en Francia y la evolución que ha tenido en Stade Français otorgan mayor tranquilidad. El menor de los Ledesma se las tendrá que ver con CJ Van der Linde, que se enfrentó a los Pumas en las semifinales del Mundial y que suma 53 caps, o con Brian Mujati, pilar de Western Province, que podría debutar ante la Argentina. La luna guiñaba un ojo y algunas estrellas salpicaban un cielo que se había librado de las nubes cuando los Ledesma estaban por irse a dormir. El sueño de los hermanos está por cumplirse.
Si bien Contepomi aguardará por su evolución, los Pumas formarían con: Stortoni; Agulla, Martín Aramburú, Avramovic y Borges; Contepomi y Vergallo; Fernández Lobbe, Leguizamón y Durand; Alvarez y Albacete; P. Ledesma, M. Ledesma y Roncero.
Enviado especial de La Nación
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