'Uni' de los milagros

El equipo que ingresó a la cancha con la alternativa blanca. Un partidazo jugaron.

Porque era eso lo que necesitaba Universitario para poder clasificar. El consejo de título vino desde Buenos Aires, de nuestro amigo y colega Marco Lamoglia.
"Titulá así", me dijo.
Y no está mal. Porque se tenían que dar un par de resultados para que Universitario pueda pasar de ronda. Ganarle a CUBA, con punto bonus y que el SIC no le dé chance a Mendoza Rugby Club. Ya lo decía Diego Esper en El Tribuno y también en la transmisión del partido en el programa Scrum 5 Rugby: "este equipo está acostumbrado a los milagros".
Y el milagro comenzó temprano porque Universitario, aunque le costó los primeros minutos acomodarse al ritmo que imprimió CUBA apenas iniciado el partido, se plantó bien en defensa, le propuso juego y aprovechó cada espacio, cada rendija que tuvo para facturar con tries.
Era lo que tenía que hacer: buscaba el punto bonus el local. Y casi lo consigue en el primer tiempo nomás, porque apoyó tres veces y, en un descuido, CUBA descontó.
El parcial, entonces, estaba 22 a 7, gracias a un penal y dos conversiones de Nicolás Pintado.
La segunda mitad parecía que CUBA lograba reaccionar. Arrinconó al local pero en una pelota suelta en mitad de cancha, Mariano Centurión aprovechó el callejón y corrió bajo los palos prácticamente sin oposición.
Prácticamente estaba sentenciado el partido: con el punto bonus logrado, Uni se ponía a tiro de la clasificación. Pero siguieron siendo duros los tackles, la defensa atenta y las patadas de Pintado despejando todo peligro.
Ni siquiera los embates dirigidos por el novato Puma, Benjamín Urdapilleta, lograron despertar del letargo a los cubanos. Mucho desorden y perdidos en la cancha. Sólo tuvieron algunos pasajes de concentración, llevaron bien el maul, juntaron bien a su gente pero los tries locales le dolieron mucho. Y no pudieron levantar cabeza.
Después bajó el ritmo del partido. Se hicieron más evidentes las desconcentraciones y los mal manejos de pelota. Pero había tiempo para un par de tries más: el último, de Lucas Barrera Oro, tras una escapa por el sector derecho de la cancha y apoyando de palomita, como es su costumbre, bajo los palos. (lo pueden ver más abajo)
Fue el corolario de un gran partido que hicieron los forwards y, en realidad, de todo el equipo en defensa.
Ahora viene el Jockey de Rosario.
Ya están en cuartos.
El milagro ha sucedido.