El oxígeno económico que tendrá la Argentina -"para que ya no esté más aislada del mundo", según el propio Lapasset- incluye cuatro etapas. La primera, de 150 mil libras esterlinas que estarán destinadas exclusivamente a la función social que los clubes argentinos tienen el rugby. La segunda, de 250 mil de la misma moneda, a la creación de los Centros de Desarrollo y Alto Rendimiento, ubicados en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Rosario. Conviene detenerse aquí. Es que Carreras explicó que esos Centros no estarán destinados exclusivamente a la alta competencia, sino también para nutrir a los clubes. “Esa es la parte que le hicimos entender al IRB; que nuestra realidad no es la misma que la del resto”, sostuvo. Lapasset confirmó esa visión ante la prensa.
La tercera consistirá en 3 millones de libras esterlinas, a un millón por año desde el 2009 hasta el 2011, exclusivamente para la preparación de los seleccionados. Y la cuarta, la más novedosa, otros 3 millones y medio de libras que la Argentina, por su condición de miembro del Tier 1, recibirá en el 2012, luego del Mundial de Nueva Zelanda. Aclaración rápida del francés: “Esa plata no es para pagarle a los jugadores”.
Lapasset explicó que la situación de la Argentina en ese grupo de elite no dependerá de los resultados futuros -puso como ejemplos a Gales e Irlanda, que continúan allí pese a haber sido eliminados en la primera rueda del último Mundial-, sino de cómo la UAR lleve adelante este plan.
“La IRB no puede establecer un plan único para todos los países. En estos días en la Argentina estuve comprobando la cultura de los clubes de aquí, que es única en el mundo. Por eso, aceptamos lo que nos plantea la UAR. Pero también queremos demostrarle al mundo que el profesionalismo puede convivir con el amateurismo, sin destruirlo. Sabemos de las preocupaciones, y las compartimos, pero el rugby debe mantener ante todo sus valores para seguir en el camino de ser uno de los espectáculos deportivos más importantes que existen hoy”, afirmó el francés.
En cuanto a una probable competencia internacional anual para Los Pumas, Lapasset no sólo dijo que deberá ser en el Sur, sino que lanzó una elíptica crítica a los integrantes del Sanzar (Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica), manifestando que deben abrir el espectro “para que no exista una sola forma de juego”. No sólo incluyó a la Argentina en el proyecto, sino a Japón. Puso el ejemplo de Europa y de cómo se fue ampliando el ahora Seis Naciones. En ese sentido, informó que en abril del año próximo habrá una reunion decisiva del Sanzar.
Lapasset también especificó que en el Sur deben realizarse torneos regionales -”no necesariamente profesionales”- con la intervención de equipos argentinos, más Uruguay y Chile.
“Trazamos un plan a diez años, y el IRB está firme junto a la UAR”, concluyó Lapasset antes de abandonar el país en este viaje intenso de cuatro días.
Jorge Búsico, periodista especializado en rugby, dijo en su página periodismo-rugby que "El rugby argentino está ante una oportunidad extraordinaria, de esas que aparecen una vez en la vida. Los jugadores ya hicieron su parte.Ahora, le toca a los dirigentes".
Y coincido plenamente. Y también tengo temor que hagamos una papel vergonzozo en los próximos cuatro años.
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