Ya pasaron casi ocho meses del máximo logro del rugby nacional. Salir tercero en una Copa del Mundo no es cosa de todos los días.
Pero esa "hazaña" (si se la quiere tomar así, pasará como eso solamente y yo creo que fue el premio al esfuerzo de un grupo bien unido de hombres) quedará en el olvido si es que se siguen mezquinando porcentajes, migajas de poder que al fin de cuentas, por una corbatita más o menos será perjudicial para todo el rugby argentino. Y cuando digo todo, es "TODO", incluidas las uniones del "RESTO DEL PAIS" y no sólo Buenos Aires y sus allegados y afines.
Cuando la URBA deje de mirarse el ombligo, probablemente se dará cuenta que en el "resto del país" también se juega al rugby. Sólo que cuesta un poco más. Seguro.
¿Alguien duda de la capacidad, de lo buen jugador que es el santiagueño Juan Leguizamón? ¿Hubiera sido llamado a Los Pumas si seguía en el Santiago Lawn Tennis?
No sabemos. Pero sí fue llamado a integrar Los Pumas una vez que jugó de titular en el SIC. De ahí, al exterior, al London Irish.
Es un caso y podría citar varios más, haciendo historia.
En fin, me fui de tema porque lo que quería era mostrarles esto: que no lo perdamos. Ese abrazo, bien agarrado, de quince hombres, debe multiplicarse para fortalecernos y crecer. De otra forma, desaparecerá toda la mística lograda en el 2007.
Disfrútenlo.
Un abrazo.
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