Buenas y malas son...

El partido de ayer dejó algunas cositas imperdibles, de las buenas y de las malas. Cosas que vivimos todos los días y vale la pena reflejarlas. Veamos:

* La defensa: Fue asfixiante la presión de los naranjas a los santafecinos desde el minuto uno. No se la imaginaban así, tan dura y efectiva. No dejaron ni un hueco para que puedan espiar el in-goal. Si hasta el Yankee Martin se rascaba la pelada pensando "¿en dónde me metí"?

* El despliegue: Tanto para defender como para organizarse en ataque, el equipo se distribuyó por toda la cancha. ¿Cometieron errores? Por supuesto. Pero esta vez fueron muchos menos errores que en los partidos anteriores, por eso llegaron a tantos tries. Un signo positivo de evolución.

* Barrera Oro: El full back quería flashes y notas después del partido y no se le ocurrió mejor manera que asentar cuatro tries. El sólo conseguió el punto bonus para Tucumán. La verdad, no sé para qué jugaron los otros catorce.

* Las chicas de la tribuna: In-Far-Tan-Tes... Como siempre, nuestro público femenino pobló lo que podríamos denominar plateas (aunque no existan en La Caldera). Así es difícil concentrarse en el partido chicas. Podrían ir después, ¿no?...

* El público: En los primeros minutos, el público miraba impávido el partido. Después, reconocieron el esfuerzo naranja y los gritos de aliento, de júbilo o lamento por alguna pelota perdida después de una buena jugada, fueron sucediéndose con mayor frecuencia adornados con un cerrado aplauso. La verdad, los chicos lo tenían merecido.

* El aguante: Agustín Vallejo, el centro de Cardenales al que apodan Pony, tiene hinchada propia. Con amigos así, da gusto vestir la naranja.

Malas

* La tarde de Santa Fe: Si decíamos que Salta no fue rival para Tucumán, qué podemos decir de Santa Fe, borrado en los primeros minutos y casi todo el segundo tiempo. Los celestes intentaron parecerse a un rival al final del encuentro. Así lograron un try penal. Fue la única vez que doblegaron la defensa naranja. Para colmo de males, ni siquiera lograron la conversión bajo los palos porque pegó en uno de los postes la pelota. ¿Quieren más? Se quedan afuera de semifinales por diferencia de tries.

* Barrera Oro: ¿Cómo? ¿No fue la tarde del full back? Sí, pero también se mandó un par de macanas que ante otro equipo nos podrían costar tries bajo los palos. Es la segunda vez (ante Salta y ayer ante Santa Fe) que el jugador de Universitario, en su afán de atacar, deja suelta una pelota de rever pass sin mirar si realmente tiene apoyo en su campo.

* Fue la última de Gabriel Ascárate: Aunque ya se sabía que el centro de Natación debe viajar la semana que viene con el equipo de Seven de Los Pumas a Hong Kong y Adelaida, fue una pena saber que fue el último partido del que participará en el Argentino. Ayer no sumó ni convirtió puntos. Y ya se lo extraña.

* El árbitro Javier Mancuso: Ya lo habíamos puesto en la nota principal. Cuanto más desapercibido pase el árbitro, mejor dirige. Sin embargo el cordobés no quiso perder protagonismo y cobró, en menos de cinco minutos, una amarilla (a Bruno Cuezzo) y un try penal que sólo vio él. La cara del pilar de Tarcos cuando se retiraba por amarilla exime de comentarios.

* Cocacolero estafador: Ayer hacía calor. Mucho. Tanto que con un colega amigo quisimos tomar algo fresco y le pedimos a uno de los vendedores. $3 pesos la botellita de Coca. Bueh, no iba a salir a buscar algo afuera. Después me la dejó a dos por $5 y cuando me entrega la botella, la mueve. ¿Por qué será? Simple: de Coca lo único que tenía era la tapita y la botella. Porque el líquido que tenía adentro parecía cualquier cosa. Para el próximo partido la URT debería tener más cuidado al dejar libre el ingreso de estos personajes. Preocupa que vendan una cosa por otra y, si están dentro de la cancha, tienen el aval de la institución.