miércoles, 19 de marzo de 2008

El sueño de Agustín

El octavo de Tucumán, Agustín Guzmán, quiere estar en la final contra Buenos Aires.

Agustín Guzmán, el octavo de los Naranjas, es de esos jugadores que a cualquier equipo le gustaría tener. Por eso es que el tucumano ya lució su talento con la celeste y blanca, al ser revelación con Los Pumas M21 en el Mundial disputado en Mendoza.
A los 24 años se emociona cuando cuenta lo que significa ponerse la camiseta naranja, la misma que sintió con la de la Argentina.
Es estudiante de ciencias económicas (cursa tercer año) pero nada le quita tiempo para entrenar fuerte y llegar a cada partido en las mejores condiciones.
El tercera línea ya palpita las semifinales, pero hizo un repaso de los éxitos del equipo en el torneo Argentino.

“La clasificación fue cómoda y el principal mérito es la preparación individual y colectiva para encarar el torneo. Pero además, los rivales mostraron que no están en su mejor nivel y por eso ahora empieza la mejor parte" arranca el octavo de Tucumán Rugby.
La previa de un Argentino, los partidos y los duros entrenamientos semanales atentan contra lo físico, “pero cuando se logran éxitos como los nuestros, el cansancio se lo disimula y hay mucha motivación para seguir trabajando con más fuerza”, explica a quien apodan Leroy.

Córdoba, el rival en semifinales, tiene historia y calza armas similares a los Naranjas. Guzmán explicó: “Vi algunos pasajes del partido ante Buenos Aires y ellos, como siempre, se lanzan con sus forwards y además cuentan con backs de buen tamaño y son muy rápidos. Ser locales es un plus para nosotros y, como es costumbre, desde el primer minuto vamos a ser protagonistas”.

En la nueva edición del torneo nacional, Tucumán muestra una imagen novedosa y el jugador de Tucumán Rugby aclaró: “Desde hace dos años que venimos con esta idea de juego y hoy tenemos un sistema más completo. Con esa fórmula hicimos muchos tries lindos con combinaciones entre forwards y tres cuartos. La idea es seguir con el mismo libreto y apostar fuerte porque nos dio buenos resultados”.
La mansa figura que refleja Leroy fuera de la cancha se transforma en el campo de juego, con un despliegue impresionante, al momento de atacar o para defender. Tiene mucho espíritu de lucha y también sueños que cumplir.
Uno de ellos, ganarle una final a Buenos Aires en Lawn Tennis. “El año pasado estuve de suplente en ese cotejo y al día se lo vive con mucha euforia desde el primer minuto. Jugar con una cancha llena te pone la piel de gallina. Me gustaría que se pueda repetir de nuevo la final entre Tucumán y Buenos Aires”, explicó, mientras esperaba el momento para ir a una nueva práctica con el equipo Naranja, listo para dar lo mejor, aún en el entrenamiento, porque en su mente está firme el propósito de ser cada vez mejor.


Fuente: elsigloweb.com (Gracias a Tato Heredia)

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