Juan Avila comanda el ataque de sus delanteros. Esa fue la razón de la victoria de Lince.
Lince sabe de corazones sufridos y de victorias anecdóticas. Puede cumplir un gran papel frente al mejor equipo del país y caer en un tortuoso pozo de imprecisiones y desconcierto ante cualquier rival. El sabor del triunfo trabajado y esforzado tiene un doble gusto. Y hoy Lince ganó 25 a 19, ahí nomás.
Natación también conoce de sufrimientos. Y de definiciones apasionantes. Y de derrotas dolorosas. Algunas veces, injustas. Otras no.
Comentar el partido de hoy jugado en cancha de Natación de Gimnasia es, simplemente, lo arriba transcripto: Lince se acordó de jugar en el segundo tiempo, Natación no pudo frenar el ímpetu de su rival que trabajó bien con los forwards, ninguno hizo una gran diferencia y el ganador se llevó una victoria porque supo hacer valer el peso y la experiencia de sus jugadores en momentos clave del partido. Nada más que eso.
La gente de Natación se fue (o se quedó), otra vez, con el amargo trago de una derrota que duele porque tenía el partido controlado. No porque el árbitro (siempre el árbitro) pite en su contra. Si así lo creen, entonces, es hora de replantearse muchas cosas.
En el primer tiempo me extrañaba que la bullanguera tribuna blanca estuviera más callada que de costumbre. Enfrente, los linceros, a puro grito, le ponían el color a la tarde seminublada en Natación. El minuto de silencio con el que comenzó el partido sólo hacía que se escuche flamear la bandera que decía "Fuerza Coco".
El local comenzó bien, controlando las acciones aunque en los primeros cinco minutos ya el marcador era de 3 a 3, producto de penales de ambos equipos bien cobrados por los respectivos aperturas.
Pero era el local que tenía control de pelota, de posesión y de terreno y tenía a Mauro Leone, quien en apenas 10 minutos le daría una ventaja crucial a su equipo. La primera, producto de otro penal bien ejecutado y, la segunda, tras un buen juego de manos de los delanteros y los backs, que terminó en una patada al fondo para la corrida del apertura que se tiró justo antes que lo hiciera la marca y determinó el primer try del partido. Parecía la tarde perfecta del apertura: con la conversión sumaba 13 puntos para su equipo y Lince, que había descontado con un penal, tenía 6.
Allí el partido tomó otra dirección. O mejor dicho, fue un cambio de manos porque el que se animó a atacar fue Lince. Si no hubieran tenido tan mal manejo de manos, tal vez el resultado del parcial hubiera sido diferente. Los delanteros, comandados por Juan Avila, ganaban terreno y provocaban situaciones que su apertura no supo aprovechar.
Así se fue el primer tiempo.
El segundo comenzaba bien para el local. Otro penal de Leone sumaba 16 puntos y parecía que se repetiría la historia. Pero no. Lince juntó a sus delanteros y comenzó la tarea de doblegar al rival con "los gordos". La experiencia de jugadores como Avila, Ramos,Fanlo o Albertus, resultó fundamental al momento de cerrar el juego y ganar el duelo de los forwards.
El scrum, que había sido parejo, dio el fruto esperado en este período. Tres caídas consecutivas fueron suficientes para que el árbitro cobrara el primer try penal de la tarde. Y Lince resurgía aunque Leone volvía a concretar con su pie pero el partido ya no dependía de él. La ventaja conseguida era importante pero a 20 minutos para finalizar el partido el local ganaba por 19 a 13.
Otra vez se juntaron los delanteros para jugar en las 25 yardas de Natación y fue Diego Ramos quien apoyó, de espaldas, un try fundamental para las aspiraciones de los de Silvano Bores. A 10 del final, con catorce hombres cada uno, Lince se ponía a tiro: caía por apenas un punto (18 a 19) ya que no fue exitosa la conversión.
Aquí comienza la novela repetida y harto conocida de que el árbitro tiene la culpa de todo. De ambas tribunas, era cosa juzgada si algún equipo perdía.
Y Lince fue de nuevo con sus delanteros, tenía posesión de pelota y terreno, quería llegar al in-goal local pero el local se esmeraba en detenerlo, a costa de penales.
Y el segundo try penal, sobre la hora, fue letal. Sumando con el pie la conversión, Lince pasaba a ganar por 25 a 19.
Como se había interrumpido el juego, el árbitro dio unos minutos de descuento que Natación intentó aprovechar y hacer lo que no pudo en los cuarenta anteriores donde fue superado.
Busco por un lado, por otro, pateó al line, formación que le había rendido buenas pelotas, intentó con el juego corto, con el largo pero no hubo caso. Lince supo cerrar el partido y, el final, encontró su ganador.
No fue un gran partido. Sí fue un final emotivo, vibrante. Como los que dan siempre Natación o Lince. Esta vez fue para la visita que con este triunfo se pone en una posición más que ideal en la tabla de posiciones.
Otros resultados:
Zona A: Tiro Federal 10 - Universitario (T) 29, Lawn Tennis 7 - Huirapuca 27 y Jockey (S) 35 - Bajo Hondo 17.
Posiciones
Huirapuca, 23 puntos; Universitario y Lince, 21; Jockey Club (S), 13; Lawn Tennis, 11; Natación, 10; Tiro Federal, 8; Santiago Lawn Tennis, 6; Bajo Hondo, 5.
Zona B
Cardenales 17 - Universitario (S) 51.
Posiciones
Universitario (*), 29 puntos; Cardenales (*), 22; Jockey Club, 16; Los Tarcos, 14; Tucumán Rugby, 13; Gimnasia y Tiro, 10; Tigres, 6; Old Lions, 0.
(*) Tienen un partido más.
Disfrute del final de partido
1 comentario:
No me enteré de nada. Qué le pasó a Coco?? Terraf??
Publicar un comentario