Eduardo Sacur fue el árbitro del partido entre Universitario y Tucumán LT. Se equivocó para los dos lados, pero en la "U" despertó las susceptibilidades que estaban latentes desde el cambio de localía del martes pasado. No estuvo a la altura de las circuntancias.
Ayer, Universitario jugó su último partido del Regional en Salta, y más allá de que pueda ganarle a Tucumán Lawn Tennis la revancha del próximo fin de semana, por reglamento, la final se desarrollará en suelo tucumano.
Después de que Gimnasia y Tiro lograra consagrarse campeón del Regional en 1999, el sistema de definición del torneo favoreció a los equipos tucumanos, y por los pasillos se escuchaba una frase que nadie puede adjudicársela como autor, pero que resuena y resuena: "este es nuestro torneo... si le gusta bueno, y si no...".
Y si no le gusta volveremos a las ligas de orígenes, algo que no le hace nada bien ni a Santiago, ni a Salta.
Este año es distinto. Después de la polémica por lo que pretendía cobrar
Tucumán para jugar el torneo a los clubes foráneos a la URT, la UAR llegó con
el plan de salvataje y afianzó económicamente el torneo en busca de una mayor
proyección.
Es así que el torneo Regional del Norte es el más fuerte del país, el ejemplo a seguir y el de mayor participación de equipos.
Sin dudas la región creció, aunque aún hay partes en la hay que seguir trabajando. Crecieron los clubes, aunque hay algunos que tienen una evolución más tardía. Crecieron los dirigentes, aunque hay algunos que se resisten a ver lo importante que es avanzar todos juntos. Crecieron los árbitros, aunque hay algunos que les falta nivel, y aquí nos queremos detener.
Ayer, la URT mandó un árbitro, jueces de touch y veedores tucumanos. ¿Hay problema en ello? No, para nada; pero sí se generó una protesta por el nivel del arbitraje.
Originalmente el designado había sido Agustín Auad. Un buen árbitro, pero protestó Tucumán LT y mandaron a Eduardo Sacur, un árbitro que no quería Universitario, que ofreció pagar todos los gastos pero que se designe un árbitro con más rodaje. En ningún momento se tiraron nombres, pero todos saben quien está a un nivel y quien en otro.
Ayer, Sacur no tuvo una tarde feliz. Se equivocó muchas veces en perjuicio de uno y de otro. Entendemos que no hay animosidad, pero cuando la semifinal había entrado en polémica desde el martes pasado, lo más lógico era designar un árbitro con más experiencia.
Darle demasiada importancia al árbitro a veces sirve de excusa cuando no se juega bien, y este no es el caso; darle demasiada importancia al árbitro es señal de que el juego pasó por su figura y este tampoco fue el caso; la importancia que tuvo el árbitro en este partido es que no estaba al nivel de una semifinal de uno de los torneos más grandes del país, y no es culpa de Sacur sino de la gente que lo designó.
Para crecer hay que tener a los mejores en los momentos más críticos. Ayer fue un momento crítico, ya que una Provincia despedía a su único equipo con chances de campeonar... demasiado importante, para un árbitro que para nuestra manera de ver el partido le quedó grande.
Fuente: sportmedia
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